¿Cuáles son las alteraciones bucodentales asociadas al síndrome de Down (SD)?
Las alteraciones bucodentales son consecuencia de trastornos neurológicos y motrices, del desarrollo craneofacial y del sistema inmunológico.
Pueden afectar al área de: Paladar, Labios, Lengua, Dientes, Periodonto u Oclusión.
Para trabajar la función en las diferentes áreas se pueden realizar las siguientes intervenciones:
Realizar una estimulación orofacial psicomotriz precoz con énfasis en terapia miofuncional y refuerzo de la tonicidad labio-lingual que redundarán en una mejor función oronasal.
Es básico instaurar una higiene oral eficiente lo antes posible. Debido a su discapacidad los niños con SD precisan ayuda de los padres hasta que la persona adquiere la suficiente autonomía. El papel de los padres es básico en este período. La constancia, perseverancia y paciencia son necesarias para lograr una prevención bucal satisfactoria.
Se recomienda hacer la primera visita al odontopediatra sobre los 2 años e instaurar a partir de esa edad revisiones periódicas cada 6 meses. Se recomienda también una visita al ortodoncista sobre los 6-8 años y a partir de esa edad revisiones periódicas cada año.
Hipoplasia del esmalte
– Uso de flúor tópico en molares afectos aplicado con bastoncillos de algodón sobre los dientes hasta que el niño aprenda a enjuagarse cada noche.
– Aplicación cada 6 meses de flúor tópico en gel o barniz si el paciente lo tolera.
– En dentición permanente sellar los molares.
Gingivitis / Periodontitis
– El uso de reveladores de placa para mejorar el cepillado dental y controlar el nivel de placa bacteriana es un factor determinante.
-Uso tópico de clorhexidina colutorio al 0,12% en tratamiento agudo, incluso puede ser necesario gel o spray al 0,20% en zonas de difícil acceso y al 0,05% como mantenimiento durante un máximo de un mes, aplicado con bastoncillos de algodón a nivel del margen gingival de los dientes, sobre todo en molares, hasta que el niño pueda enjuagarse y mantenerlo en boca como mínimo un minuto. Dependiendo del niño y su control de la placa se recomienda prolongar el uso de un colutorio sin clorhexidina, con triclosan o similar.
-Práctica de higiene bucodental cada 6 meses con refuerzo al niño y a los padres sobre la técnica de cepillado. El uso de cepillos eléctricos puede ayudar a controlar mejor la placa bacteriana. Sin embargo, los niños con SD suelen rechazarlo por el ruido y el movimiento. Se recomienda posponerlo hasta la etapa de adolescencia o adulta.
-Profilaxis antibiótica para prevenir sobreinfecciones y endocarditis infecciosa.
Erupción dental
– Debido al retraso en la erupción, a la retención de piezas temporales y a posibles anomalías dentarias de número (agenesias sobre todo), microdoncia y de posición y erupción, conviene hacer un seguimiento continuo del recambio dentario.
– Desde la primera visita constatar los dientes existentes y las posibles agenesias.
– Extracción de los dientes temporales retenidos que impidan la erupción de los permanentes o los desplacen fuera de la arcada, para facilitar que los dientes permanentes se coloquen en mejor posición en arcada.
– Es útil a partir de los 8 años obtener una ortopantomografía para valorar las posibles anomalías dentarias.
Bruxismo
– Predomina el bruxismo diurno y se inicia precozmente en la infancia, decreciendo con los años. Por lo general no precisa tratamiento odontológico. El grado de abrasión dentaria dependerá de la duración, frecuencia e intensidad de la parafunción así como del factor individual de resistencia.
Hipotonía muscular
– La falta de tono en los músculos faciales debido a la hipotonía generalizada en los niños con SD favorece la apertura bucal en reposo, la eversión del labio inferior, la protrusión lingual y la respiración oral.
– Es conveniente realizar una terapia miofuncional temprana por parte del logopeda para obtener la función masticatoria y posición y función linguales correctas.
Maloclusión
– Se observan con frecuencia mordidas cruzadas uni o bilaterales, mordidas cruzadas anteriores de uno o más dientes, mordidas abiertas, apiñamientos dentarios de moderados a severos o espaciamientos por agenesias y protrusión de incisivos.
– Según la gravedad de la maloclusión (esquelética y/o dental, en sentido sagital, transversal y/o vertical), la dentición y la edad del niño, el ortodoncista decidirá el tipo de tratamiento.
– Debe eliminarse el concepto de que por su discapacidad no pueden tolerar un tratamiento de ortodoncia, aunque requerirá la colaboración de los padres y mucha paciencia y comprensión por parte del ortodoncista y su equipo. Dada la complejidad de los problemas que presenta un niño con SD muchas veces se contemplan dos fases de tratamiento, la primera en dentición mixta y la segunda en dentición permanente.
– La aparatología de elección es la fija ya que no interfiere con la dicción y no es necesaria la colaboración del niño. Sólo exige una higiene oral estricta para evitar la gingivitis y controles periódicos del estado periodontal.
Se recomiendan los brackets de baja fricción y autoligado para evitar las ligaduras elásticas y facilitar las primeras fases de alineación y nivelación dentarias.
En la próxima parte hablaremos sobre las recomendaciones para cada grupo de edad pediátrica.