No es simplemente coger las muletas y ya está.
Es fácil ir por la calle y ver a personas con un miembro inferior afectado realizando una marcha incorrecta o llevando mal la altura y el lado de la muleta y, no hablamos sólo de personas mayores, también, de jóvenes.
Esto conllevará dolor de espalda o dolor de muñecas a la larga.
Por ello, siempre vamos a usar las muletas bajo prescripción médica o fisioterapéutica y siguiendo sus indicaciones.
Existen varios tipos de marchas que se puede hacer con las muletas, pero esto va a depender del tipo de lesión, de la fase de la misma y del propio paciente. Por tanto, es algo muy específico que puede o debe ir evolucionando según las necesidades del paciente.
Sí vamos a hacer unas recomendaciones básicas que se deben aplicar en todos los casos:
Altura de las muletas:
La empuñadura de la muleta debe estar a la altura del trocánter mayor (lo que llamamos el hueso de la cadera), es decir, aproximadamente, a la altura de la muñeca de manera que el codo quede ligeramente flexionado.
La parte superior de la muleta (la parte en C ) debe estar unos 10 centímetros por debajo del codo para no bloquear la flexión del mismo.
La posición de la espalda no debe tener una inclinación hacia delante.
El mango siempre debe mirar al frente y las muletas deben estar paralelas a las piernas. Nunca hacia afuera.
Importantísimo, cuando usamos una sola muleta colocarla en el lado contrario de la pierna lesionada, de manera que cuando avanzamos la pierna lesionada avanzamos la muleta y descargamos el peso sobre esta última. Si la colocamos en el mismo lado llevaremos el peso al mismo lado del miembro afectado y no tendría sentido.
Si tienes dudas, coméntalas con tu médico o fisioterapeuta ya que el uso de las muletas es beneficioso siempre y cuando se haga de manera correcta.