Ravensara (Ravensara aromatica) es un árbol de unos 20 metros de altura, nativo de la isla de Madagascar, crece espontáneamente en sus bosques húmedos, y se cultiva en Isla Mauricio e Islas Reunión. El nombre proviene de la lengua malgache “Ravina”, que significa hoja y “Tsara” que significa buena, se le conoce como “el árbol de las buenas hojas”.
El aceite esencial se obtiene por destilación al vapor de las ramas jóvenes y es un líquido móvil entre incoloro y amarillo pálido, con un aroma dulce, fresco y alcanforado que recuerda en cierto modo al eucalipto. Combina bien con las esencias de pino, romero, cedro y mejorana.
Su principal componente activo es el cineol o eucaliptol (hasta un 65%), además pineno, sabineno, canfeno y terpineol entre otros.
Es un poderoso antiinfeccioso e inmuno-estimulante, activo contra virus, bacterias y hongos responsables de enfermedades del aparato respiratorio, digestivo y la piel, y tonifica el organismo revitalizándolo.
La gran concentración de terpenos en este aceite esencial lo hacen un poderoso analgésico y antinflamatorio, contiene limoneno, pineno, sabineno, linalol, cimeno entre otros, sus moléculas inhiben los procesos del dolor e inflamación por lo que alivia dolores musculares e inflamaciones como la artritis y otros problemas reumáticos.
Su poder relajante y antiespasmódico equilibra el sistema nervioso ayudando a calmar estados de ansiedad y alteración. También es un buen antiséptico, muy útil en infecciones cutáneas
Los nativos malgaches han utilizado esta planta tradicionalmente para curar todos sus males. Es un buen desintoxicante general, pues estimula las vías naturales de eliminación de toxinas, sobre todo el sistema linfático, es expectorante y descongestiva, reduce las inflamaciones de la piel, alivia los picores y estimula la regeneración celular.
Tiene efecto descontracturante, antiinflamatorio y calmante sobre la musculatura tónica, muy aconsejado en casos de fatiga muscular, calambre y pequeñas tensiones.
Tiene dos efectos diferenciados sobre el sistema nervioso, por un lado estimula el sistema endocrino y por otro tonifica directamente el sistema nervioso central y periférico.
Otra propiedad de la Ravensara es su efecto sobre la respiración, que estimula y amplifica, esto aun siendo una propiedad física, todos sabemos que tiene un reflejo inmediato en el aspecto emocional.
Es una esencia muy bien tolerada por la piel y las mucosas y puede administrarse a personas mayores y a niños. Solo en la isla de Madagascar existen seis especies diferentes de Ravensara, una de ellas muy interesante en el ámbito terapeutico, la Ravensara anisata, su corteza es rica en anetol y chavicol-metil-eter, esta especie tiene propiedades hormonales estro-génicas que facilitan el parto y la secreción de leche, además, es un buen anti-espasmódico neuromuscular y calmante del dolor.
El aceite esencial de Ravensara está poco difundido, pero sus propiedades terapeuticas y su ausencia de toxicidad, lo convierten en una esencia muy a tener en cuenta en los tratamientos de aromaterapia.
A pesar de su nula toxicidad, observar ciertas precauciones:
Las personas extremadamente alérgicas deberían hacerse una prueba de tolerancia en la parte interna de su muñeca antes de usar, ya que contiene componentes como el eugenol, el linalol y el limoneno,
Es de sentido común que también las personas epilépticas y asmáticas consulten con su medico la utilización de este aceite esencial por vía tópica.
Y por último, no confundir con Ravintsara (cinnamomun camphora) siempre hemos de comprobar su nombre científico.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.