Requisitos previos para estudiar fisioterapia
Para estudiar fisioterapia, el primer paso es encontrar un centro universitario de rigor que cuenta, claro está, con dicho grado en fisioterapia. Hablamos de una formación en el que la actividad física y el deporte tienen mucho que decir, por lo que es fundamental que la universidad tenga unas instalaciones de calidad en todos los casos. Pero, dejando de lado los requisitos del centro en cuestión, ¿cuáles tienes que cumplir como estudiante para poder acceder a esta educación de las ciencias de la salud?En este punto, hay dos opciones que se pueden seguir de igual modo. Por un lado, encontramos las universidades públicas, a las cuales se accede tras superar una nota de corte en el bachillerato y la selectividad. También se puede entrar en ellas después de pasar por un grado medio o superior y a través de pruebas de acceso específicas. Sin embargo, en el caso de las universidades privadas no hay una nota de corte concreta. Con aprobar el bachillerato y la selectividad es más que suficiente, accediendo así a un grado realmente concurrido en los tiempos que corren.
Es evidente que la principal ventaja de las universidades públicas sobre las privadas es que las primeras son enormemente más accesibles que las segundas. No obstante, queremos desmitificar unas cuantas cuestiones sobre los centros privados. Se piensa que el nivel académico en ellos es menor: que al pagar el título está garantizado. Todo lo contrario, ya que son centros con más recursos económicos y, por ende, disponen de servicios de primera calidad para los estudiantes. Docentes de alto nivel, instalaciones de rigor o bolsas de prácticas impecables: estas son algunas de las características de estas universidades. Algo que, sumado a los pocos requisitos que se exigen al alumno para entrar a centro, hacen que sean una muy buena opción.
Por qué estudiar fisioterapia
La nota de corte en las carreras universitarias de deporte es especialmente alta. Esto no atiende solo a la dificultad de las enseñanzas deportivas, bien sea fisioterapia, educación física o cualquiera otra de las ciencias de los deportes existentes. También ocurre como fruto de la enorme recompensa profesional que encuentran los alumnos al concluir sus estudios. Por consiguiente, queremos analizar algunos de los motivos principales por los que cursar un grado de fisioterapia representa una decisión de lo más inteligente.La primera de ella es la elevada tasa de empleabilidad, la cual se sitúa por encima del 90% en el caso de los estudiantes que se matricularon en los mejores centros. Esta empleabilidad se produce en gran parte por la gran diversidad de salidas laborales. Es decir, como fisioterapeuta puedes trabajar en clínicas ajenas, montar tu propia empresa, trabajar para equipos deportivos, especializarse en técnicas concretas, trabajar a domicilio, asistir a personas mayores La lista sigue con una amplia variedad de alternativas. Lo cual te permite elegir con absoluta libertad cómo quieres que sea tu futuro.
Asimismo, conviene destacar que estamos ante una carrera asociada al mundo de la salud. Ayudar a los demás a mantener su bienestar tanto físico como mental es de lo más embriagador. La rehabilitación es un proceso complicado, pero el paciente está realmente agradecido con el fisioterapeuta. Un hecho que se traduce en la satisfacción laboral, encontrando así buenos resultados tanto en el salario económico como en el emocional. Por lo que, si quieres ocupar un puesto de estas características, es el momento de buscar las mejores universidades del país y darte de alta para el próximo curso.
Fuente: este post proviene de Rutinas deportivas, donde puedes consultar el contenido original.
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