Pero...¿Qué es la linfa? El sistema linfático es una extensa red de vasos por los que circula la linfa, esta se forma en los tejidos y termina en el torrente sanguíneo. Mantiene el equilibrio de los tejidos orgánicos regulando, transportando y drenando sustancias entre las células complementando así la función de la sangre.
Es parte del sistema inmunitario junto con los órganos linfoides: bazo, amígdalas, timo, médula roja de los huesos y folículos linfoides de las mucosas, produciendo células y anticuerpos para la defensa del organismo.
El sistema intersticial (espacio entre las células con sustancia fundamental que sirve de vehículo para el resto de elementos), el sistema circulatorio sanguíneo y el sistema linfático forman una unidad fisiológica inseparable.
La linfa contiene agua, proteínas, sales minerales, grandes moléculas de grasa y leucocitos: (macrófagos y linfocitos) entre otros. Los que más influyen en la formación de la linfa son las proteínas que se van acumulando en el intersticio (espacio entre las células) procedentes de la sangre y aumentando la presión coloidoscópica que hace disminuir la reabsorción de sustancias por los capilares sanguíneos y favorece al mismo tiempo la evacuación por vía linfática del exceso de proteína acumulada y otras sustancias contenidas en el líquido intersticial, que por su tamaño no pueden hacerlo por vía sanguínea.
Beneficios del drenaje linfático manual
El drenaje linfático manual es muy apreciado en estética, y también por la clase médica occidental, pues ayuda de forma decisiva a la evacuación de retenciones tisulares, bien provocadas por deficiencias circulatorias del organismo o por grandes operaciones, como puede ser la extirpación de ganglios linfáticos o cicatrices generadas en la intervención, formando nuevos vasos linfáticos que regeneran la red linfática y la reconducen hacia su evacuación en el torrente sanguíneo.
Los líquidos corporales se renuevan constantemente, pero el drenaje linfático manual ayuda a la nutrición celular y a la regeneración de los tejidos porque acelera a facilita el proceso.
En casos post-quirúrgicos de cirugía plástica, grandes operaciones, mastectomías, etc. acelera la desaparición de los edemas y abre nuevas vías linfáticas, sobre todo necesarias en caso de extirpación de ganglios.
He de señalar la importancia de aplicar drenaje linfático manual antes de las operaciones para preparar los tejidos tanto para la operación en sí misma como para una mejor y más rápida recuperación.
Esta técnica en muy valorada en tratamientos dietéticos, pues ayuda en la eliminación de líquidos y grandes moléculas de grasa, además, su efecto relajante favorece el tránsito intestinal regulando y desintoxicando el organismo.
El drenaje linfático manual está indicado en multitud de casos, siendo una herramienta fundamental en la recuperación física y la rehabilitación: hematomas, después de lesiones de ligamentos, fracturas, en linfedemas causados por radioterapia, después de operaciones ortopédicas, cirugías de diversa índole: plástica, maxilofacial, cesárea etc. En reumatismos, tendinitis, epicondilitis, lumbalgias, ciáticas, también en cefaleas, parálisis faciales, apoplejías. En estrés, casos de insomnio, en couperosis, acné, caída del cabello, úlceras vasculares, quemaduras, queloídes, en estreñimiento, flatulencias, dolores menstruales, etc. etc. etc.
He de puntualizar que no tiene nada que ver con la presoterapia, esta técnica se limita a ejercer presiones y descompresiones mecánicas sin otro control mientras que el drenaje linfático manual es extremadamente preciso, conduce la linfa en la dirección adecuada en cada zona y tiene la capacidad de crear nuevos conductos linfáticos.
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