Introduciendo en el mundo de la copa menstrual
Dado que las copas menstruales vienen en una variedad de formas y tamaños, esta tarea puede parecer abrumadora.
La mayoría de las marcas de copas menstruales ofrecen diferentes tamaños para personas que se encuentran en diferentes edades y etapas de su vida, diferentes cantidades de flujo menstrual o que tienen una anatomía diferente.
Por ejemplo, para las personas con cuello uterino bajo, una copa más corta puede ser mejor. Las personas que hacen más ejercicio físico pueden encontrar una copa más rígida mejor para prevenir fugas. Asimismo, después de un embarazo también es necesario optar por una copa menstrual más grande.
Limpiar y desinfectar la copa menstrual
Antes de usar la copa menstrual por primera vez (y después del final de cada período), es importante desinfectarla.
Este proceso se puede realizar rápidamente en casa: simplemente en una olla, al baño maría, se puede esterilizar la copa dejándola al menos 5 minutos.
Otra de las opciones más cómodas es el uso de un vaso esterilizador. Son envases de silicona que ayudan a esterilizar las copas en el microondas.
Durante el período, no es necesario desinfectar la copa menstrual cada vez que se vacíe; una simple limpieza con agua tibia y un jabón suave es suficiente.
No obstante, es importante limpiar los pequeños orificios justo debajo del borde de la copa menstrual; estos son responsables de crear la succión para que la sangre no se filtre más allá de la copa.
Cómo insertar una copa menstrual
Limpiar
Antes de insertar una copa menstrual, es imprescindible asegurarse de que está limpia y desinfectada. Hay que lavarse las manos con agua tibia y jabón. En caso de contar con uñas largas y afiladas, se recomienda cortarlas, ya que la inserción con uñas largas puede ser más difícil.
Doblar
Se debe doblar la copa menstrual de modo que la amplia abertura de la copa se haga más pequeña para la inserción. Hay varias formas de hacer esto:
Pliegue en C (también conocido como pliegue a la mitad, pliegue en U): doblar el borde superior de la copa menstrual por la mitad, de modo que crea una forma de C o U apretada.
Pliegue hacia abajo (también conocido como pliegue de punta, pliegue de tulipán): empujar un lado del borde hacia abajo en la copa, creando un punto estrecho.
Insertar
Se debe encontrar una posición cómoda. Sosteniendo la copa menstrual doblada con una mano, se debe utilizar la mano libre para separar los labios. Ubicar la abertura vaginal e insertar lentamente la copa menstrual en la vagina en la dirección del coxis. Mientras se inserta la copa menstrual, hay que mantener la posición doblada de la copa.
Abrir
Cuando ya no se pueda sostener la copa en una posición doblada, hay que dejarla que se abra dentro de la vagina y continuar empujando la copa desde la base.
Hay que empujar suavemente lo suficientemente profundo para que el tallo ya no sobresalga de la abertura vaginal. No hay que empujar la copa menstrual tan profundamente que no se pueda agarrar el tallo.
Girar (opcional)
Una vez insertada, algunas instrucciones de uso recomiendan que se gire la copa para asegurarse de que esté bien sellada y segura.
Verificar
Si no se está segura de que la copa menstrual se haya abierto por completo, se puede intentar insertar un dedo a lo largo del interior de la vagina hasta el borde de la copa menstrual y seguir el borde, asegurándose de que todo el borde se haya abierto.
También se puede intentar tirar un poco del tallo. Si se siente presión es que la copa está bien colocada y herméticamente sellada.
Usar
Una vez que la copa menstrual está bien colocada se puede realizar la rutina cotidiana. Algunas personas optan por usar un salvaslip por si acaso tienen fugas, sobre todo las primeras semanas hasta acostumbrarse a su uso.
La copa menstrual puede estar introducida hasta 12 horas, sin embargo, dependiendo del flujo menstrual de cada persona puede ser necesario vaciarlo con más frecuencia.