De hecho, la sequedad vaginal es una queja común que a menudo aparece en la perimenopausia y luego continúa en la menopausia y los años posteriores. Médicamente, la sequedad vaginal de la menopausia también abarca otros síntomas relacionados, como picor vaginal, irritación, dolor al orinar, dolor o sangrado durante las relaciones sexuales. La buena noticia en este escenario, según los expertos, es que la sequedad vaginal no es una parte ineludible durante la menopausia y que existen maneras muy eficaces para tratarla.
Las causas de la sequedad vaginal
Dado que la sequedad vaginal puede ocurrir tanto por desequilibrios hormonales durante la menopausia como por condiciones no relacionadas con dicha etapa, siempre es una buena idea programar una visita al ginecólogo para obtener el diagnóstico preciso. Un examen pélvico le permite a su médico evaluar la vulva y la vagina, estando disponibles también otras pruebas de detección como la prueba de Papanicolaou y la evaluación del pH vaginal.
Antes considerar a la menopausia como la causa de la sequedad vaginal, deben descartarse otras condiciones como infecciones vaginales, infecciones de transmisión sexual [ITS], las alergias, las duchas vaginales, los efectos secundarios de los medicamentos, traumas, el cáncer, la vulvodinia y el estrés.
Sin embargo para la mayoría de las mujeres, una disminución de estrógenos relacionada con la menopausia suele ser la causa de la sequedad vaginal, también llamada atrofia vaginal o vaginitis atrófica. Esta condición es experimentada por el 70 u 80 por ciento de todas las mujeres posmenopáusicas.
Afortunadamente existen vías para reducir la gravedad de los síntomas de sequedad vaginal. Según los expertos, la calidad de la salud a medida que entramos en la menopausia puede influir en el tipo de sequedad vaginal que experimentamos. Por ejemplo, se dice que el estrés puede afectar negativamente los niveles hormonales en el cuerpo, de ahí que las mujeres premenopáusicas y menopáusicas con altos niveles de estrés físico, mental o emocional son mucho más propensas a experimentar la incomodidad de la sequedad vaginal.
Soluciones para la sequedad vaginal
Para aquellas que están experimentando malestar causado por la sequedad vaginal, la buena noticia es que se puede aliviar. Las opciones incluyen lubricantes externos y los humectantes internos, que ofrecen un alivio más duradero. Otras mujeres pueden considerar la terapia hormonal, las cremas de estrógenos vaginales, supositorios o anillos vaginales, que liberan estrógenos lentamente en la vagina durante un período de tres meses.
Aunque es importante consultar a un médico antes de decidirse por la vía hormonal, las mujeres no tienen que preocuparse por el uso de tratamientos a base de estrógenos. Estos son absolutamente seguros para la salud. De cualquier forma, es bastante razonable intentar primero con una crema hidratante vaginal para comprobar si funciona.
La sequedad vaginal y su vida sexual
La sequedad vaginal no tiene que significar el fin de su vida sexual. Una vez que hayas encontrado una solución que funcione para ti, es recomendable concentrarse en métodos alternativos de placer, además de las relaciones sexuales, mientras la zona vaginal se “rehabilita”.
Cualquier tipo de actividad que lleve el flujo de sangre hacia la pelvis, ayudará a rejuvenecer la zona vaginal. Si no está teniendo relaciones sexuales, entonces el flujo de sangre a la zona se reduce con el tiempo, y al fluir menos sangre, habrá menos nutrientes, humedad y hormonas. Mantener una relación erótica con su pareja es muy importante para las mujeres que padecen sequedad vaginal.