Entonces, ¿qué es la productividad tóxica y qué se puede hacer al respecto? Profundicemos en ello.
¿Qué es la productividad tóxica?
En primer lugar, aclaremos una cosa. No hay absolutamente nada malo en ser productivo. La productividad hace que el mundo gire. Es lo que nos permite hacer las cosas. Pero la productividad se vuelve tóxica cuando lo que antes era saludable y útil se convierte en algo perjudicial. Me explico.La productividad tóxica es cuando la necesidad constante de hacer tiene un impacto negativo en tu salud física, mental y emocional. Es el lado oscuro de la mentalidad de estar siempre haciendo algo, y puede conducir al estrés, la ansiedad, la depresión e incluso el agotamiento.
Cómo identificar la productividad tóxica
Si te preguntas cómo se ve esto en la vida cotidiana, imagínate esto. Estás compitiendo por un ascenso en el trabajo. Has estado trabajando diligentemente para superar las expectativas durante los últimos seis meses. Te has ofrecido a asumir proyectos y responsabilidades adicionales para perfeccionar tus habilidades y demostrar tu compromiso con tu carrera.Pero, como has estado tan concentrado en tu trabajo, has dejado pasar algunas cosas. Has empezado a faltar a los entrenamientos para poder conectarte antes. Trabajas una o dos horas más y tienes que cancelar tus planes nocturnos. Te saltas las pausas para comer y te pones al día con el trabajo los fines de semana. De momento, parecen pequeños sacrificios para ayudarte a conseguir tu objetivo de ascender. Pero ahora, seis meses después, estás agotada, abrumada y al borde del agotamiento porque te has centrado en ser productivo y ser el mejor empleado, no en ser un profesional descansado, sano y feliz.
Este es un ejemplo de cómo la productividad tóxica puede presentarse en el trabajo. Pero la productividad tóxica no sólo se aplica en el lugar de trabajo, sino que puede aparecer en muchas facetas de tu vida, como en tu viaje de fitness, en tus relaciones, e incluso mientras descansas.
Si te preguntas cómo identificar la productividad tóxica, aquí tienes cuatro señales de cómo puede presentarse en tu vida.
Sientes constantemente la necesidad de estar haciendo
Si sientes la necesidad de ser productivo en todo momento, incluso cuando no quieres serlo, puedes estar experimentando una productividad tóxica. Digamos que has tenido un día ajetreado y por fin empiezas a relajarte por la noche. Te dices a ti misma que te vas a dormir en una hora, así que quieres utilizar esa hora para descomprimirte. La productividad tóxica puede consistir en leer un libro de desarrollo profesional para aprender habilidades que te ayuden a avanzar en tu carrera o en encender la televisión para ver tu programa favorito, pero prestando sólo media atención y poniéndote al día con los correos electrónicos en tu teléfono.En ninguno de los dos casos estás desconectando de verdad porque estás centrado en seguir utilizando tu tiempo de forma productiva. Hacer esto durante una noche puede no ser un problema, pero si esto se convierte en tu norma y nunca te permites tiempo para descansar, vas a estar en el camino del agotamiento.
Te sientes culpable por no ser productiva
Sales a cenar para celebrar el cumpleaños de tu amigo, pero te sientes fatal por no haber acabado antes con tu lista de tareas. O finalmente reservas esas vacaciones que querías tomar, pero no puedes evitar llevarte el portátil por si acaso surge algo relacionado con el trabajo.Ese sentimiento de culpa es una productividad tóxica. Todos nos sentimos realizados al avanzar en nuestra lista de tareas y puede que incluso tengamos la suerte de tener una carrera que nos llena de energía, pero cuando empiezas a sentir la emoción negativa de la culpa y sientes que estás haciendo algo mal por no ser productivo, se convierte en un problema.
Estás despriorizando tu salud física, mental o emocional
Si estás eligiendo el trabajo en lugar de los entrenamientos o las reuniones con tu jefe en lugar de reunirte con tu terapeuta, esto es una enorme bandera roja de productividad tóxica.Cuando programas un entrenamiento u otra forma de autocuidado, estás haciendo un compromiso contigo misma. Perder una clase de barre o una sesión de meditación es completamente normal. Desproteger tu salud durante un período prolongado de tiempo debido a los compromisos de trabajo, es una receta para el desastre.
Sólo te centras en tareas con un objetivo claro
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo únicamente para disfrutar? Como dar un paseo en silencio sin obligarte a escuchar un podcast relacionado con tu carrera o emprender un pasatiempo sólo por diversión sin tratar de monetizarlo. Las personas que sufren de productividad tóxica suelen tener expectativas poco realistas sobre lo que hay que lograr. A veces, lo que hay que hacer es nada. No pasa nada si no todo lo que haces tiene un propósito claro.El descanso y la relajación son productivos porque te permiten volver renovado y listo para abordar tu siguiente proyecto.
Cómo evitar la productividad tóxica
Ahora que sabes qué es la productividad tóxica y cómo identificarla, ¿qué puedes hacer para evitarla? Como he dicho antes, la productividad es algo bueno. Pero, todo con moderación. Es más que posible mantener unos niveles de productividad saludables, conseguir hacer todo lo importante, y además proteger tu salud y tu descanso en el camino. Aquí hay tres maneras de hacer precisamente eso.Establecer límites
Establecer límites puede ser más fácil de decir que de hacer, pero cuando se trata de evitar la productividad tóxica, es de vital importancia. Planifica un tiempo de productividad cero durante la semana. Las cosas surgirán durante el día, así que está bien establecer la expectativa de que no tendrás tiempo no productivo todos los días.Pero algunas veces a la semana, planifica una actividad no productiva. Da un paseo con un amigo o familiar simplemente porque quieres disfrutar de su compañía. Ve una película y realmente ve la película en lugar de desplazarte por tu teléfono. Lee un libro para divertirte. Te debes a ti mismo tener un tiempo sagrado en el que no tengas que hacer nada.
Comprométete a descansar
¿Cuántas veces has planeado descansar y relajarte sólo para empezar a hacer una lista mental de todo lo que tienes que hacer y luego terminas sintiéndote más agotado? La próxima vez que planees descansar y tomarte un tiempo para resetear, hazlo de verdad. Es sencillo en teoría, pero más difícil en la práctica.Si has reservado ese día libre en el trabajo para disfrutar de tu tiempo con los amigos y la familia, hazlo de verdad. Disfruta del tiempo en el que lo único que hay que hacer es nada en absoluto.