Dentro de la nutrición ortomolecular disponemos de poderosas herramientas para la realización de un diagnóstico más preciso acerca de los desequilibrios que aquejan a la persona.
Una de estas herramientas, sencilla, eficaz y tremendamente acertada es el conocido Test Bionutricional IoMET (Ionic Mineral Enzymo Therapy) presentado por Laboratorios Nutergia y proporcionado al profesional en nutrición celular activa para una mejor orientación en el terreno a tratar para cada paciente.
Este test se basa en el estudio a través de un cuestionario detallado sobre el estilo de vida, alimentación, género, contaminación, etc. que da como resultado el terreno predominante o en desequilibrio. Cuando hablamos de terrenos, nos referimos a siete conjuntos de síntomas que abarcan cada uno de ellos determinadas patologías agrupadas por sistemas. Así tendremos que los siete terrenos denominados CHANBIO se refieren a:
Test IoMET
C o terreno CARENCIADO: relacionado con la carencia crónica en ácidos grasos esenciales (AGPI). Este terreno presenta gran importancia si tenemos en cuenta que los AGPI son los grandes precursores de otras moléculas reguladoras (enzimas) imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo. Es un terreno caracterizado por afecciones en la piel (seca y con envejecimiento prematuro y acelerado) y un sistema inmune debilitado (presentando una mayor predisposición a infecciones crónicas). Entre los desequilibrios que forman parte de este terreno destacan: sistema inmune débil, trastornos ORL, alergias y asma, desequilibrios femeninos y de la piel. Su desequilibrio se presenta como su nombre lo indica por la carencia crónica de estos ácidos esenciales bien por su falta de aporte suficiente en la alimentación diaria, por estrés prolongado, por la falta adecuada de suplementación y por el estilo de vida.
H o terreno HIPOGLUCÉMICO: lo desequilibra principalmente el consumo excesivo de azúcares refinados y rápidos (azúcar de mesa, bebidas azucaradas, harinas refinadas, etc.). Se lo relaciona estrechamente con el desarrollo de la resistencia a la insulina lo que provoca un sobre- consumo celular de vitaminas B y oligoelementos. Presenta síntomas como sobrepeso (con dificultad para perder peso), hiperemotividad, cansancio crónico, nerviosismo, ansiedad y agresividad, falta de concentración. Es un terreno caracterizado además por: diabetes, dolores de cabeza crónicos, vértigos, astenia y cansancio muy marcado.
A o terreno ÁCIDO DESMINERALIZADO: relacionado con el consumo excesivo de una alimentación ácida y a un estilo de vida sedentario (falta de ejercicio) y estrés cotidiano. El organismo para hacer frente a este alto nivel de acidez debe neutralizar esos ácidos movilizando gran parte de la reserva alcalina lo que conlleva una pérdida importante de minerales y oligoelementos básicos (calcio, magnesio, etc.). Esto da como resultado una desmineralización protagonista de la aparición de caries, calambres, reuma, cansancio crónico, irritabilidad favoreciendo además el desarrollo de procesos inflamatorios. Encontramos en este terreno: osteoporosis, dolores osteo-articulares, fragilidad músculo-tendinosa e irritaciones de las mucosas.
N o terreno NEURODISTÓNICO: este terreno es el resultado de desequilibrios emocionales y psicológicos (estrés de todo tipo y origen) que conllevan a insuficiencias enzimáticas. Las personas en las que predomina este terreno son especialmente sensibles al estrés, acucian un gran agotamiento nervioso, tensión e irritabilidad, trastornos del sueño y del humor. Ansiedad, estrés, depresión o desánimo, espasmofilia y una gran falta de energía. No consiguen sentirse en equilibrio prácticamente con nada debido a su gran desgaste nervioso.
B o terreno BASOCOLÍTICO: relacionado con desequilibrios de la microbiota intestinal, trastornos hepáticos y digestivos. En las personas donde este terreno presenta desequilibrio se desarrolla una flora de putrefacción que favorece la aparición de toxinas en el organismo (principalmente a nivel hepático y del colon). El intestino se ve perjudicado por diferentes factores (alimentación descuidada, medicación, estrés, etc.) dando pie al desarrollo de bacterias patógenas que acaban convirtiéndose en enemigos de la salud intestinal. Los síntomas que caracterizan a este terreno son diversos y todos se hallan relacionados con el intestino o el sistema digestivo: intolerancias alimentarias, digestiones difíciles, diarrea o estreñimiento, gastritis, úlceras duodenales, hinchazón abdominal e incluso en algunos casos candidiasis intestinal crónica, SII (síndrome del intestino irritable), insuficiencia digestiva (hígado, vesícula biliar).
I o terreno INTOXICADO: caracterizado por excesos sobre todo alimentarios (refinados, comida preparada, etc.) otros factores que afectan este terreno son los contaminantes exógenos (aire, polución, tabaco, alcohol, metales pesados, radiaciones, pesticidas, etc.). lo cual afecta al correcto funcionamiento celular (degeneración celular) favoreciendo la aparición de patologías como los trastornos cardiovasculares, diabetes, colesterol, ácido úrico elevado y sobrepeso.
O o terreno OXIDADO: se desequilibra cuando la producción de radicales libres es excesiva a causa de los procesos tanto naturales como inducidos por los distintos factores externos (contaminación, tabaco, dieta inadecuada, tóxicos, etc.) de los procesos degenerativos a nivel celular. Este terreno en desequilibrio es el principal causante del envejecimiento acelerado y prematuro y se caracteriza por la degeneración de los sistemas: óseo, muscular, cardiovascular, neurodegenerativos, aparición de procesos inflamatorios crónicos, trastornos auto-inmunes.
Si cualquiera de los tres primeros terrenos presenta desequilibrios estamos ante notables carencias (vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales), siendo los tres últimos los relacionados con los excesos (toxinas, desequilibrios hepáticos e intestinales, envejecimiento prematuro) y el terreno N central donde la nota alta se relaciona estrechamente con un modo de vida estresante.
Todos los desequilibrios reflejados en los terrenos favorecen enormemente el desarrollo de las patologías relacionadas. El Test IoMET para cada terreno se enfoca en la solución de este problema equilibrando el terreno donde propone una dieta adecuada a cada uno y una suplementación concreta para devolver el equilibrio celular perdido. Al cabo del tiempo los beneficios son enormes con el segundo resultado del test donde se puede constatar claramente la mejora que ha supuesto el seguir un plan personalizado y enfocado al terreno predominante. Las mejoras del terreno se traducen en una desaparición de las molestias o incluso el freno al desarrollo de patologías más importantes.
Con la aplicación del Test IoMET la persona encuentra bienestar y equilibrio sin necesitar mucho más.
Es un test muy eficaz donde el paciente puede conocer de primera mano el estado general en el que se encuentra y tomar medidas acertadas y eficientes para gestionar su salud, corregir y prevenir el desarrollo de futuras posibles enfermedades o trastornos o incluso mejorar algunos de los que ya presente.
Si estás interesado en conocer cómo puede ayudarte el Test IoMET a potenciar tu salud no dudes en solicitar información en este mismo blog. En mis consultas de nutrición ortomolecular lo incluyo como herramienta de planificación personalizada y para conocer cómo se encuentran todos los terrenos de la persona que busca una nutrición personalizada y enfocada a mejorar el estado de salud en general.
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