La implantación se produce después de la fecundación y es la unión de un óvulo fecundado con el revestimiento uterino. Esto ocurre poco después que el óvulo se desplaza a través de la trompa de Falopio y entra en el útero, digamos que 6-12 días después de la ovulación y la fecundación.
Los principales signos de la implantación pueden incluir:
Fluctuaciones de temperatura 7-10 días después de la ovulación.
Calambres leves en el útero.
Manchado o sangrado ligero, conocido como sangrado de implantación.
¿Qué es el sangrado de implantación?
El sangrado de implantación puede ocurrir cuando un óvulo fecundado, que ahora se llama blastocisto, se une a la pared del útero. Este proceso de unión puede causar algunas lesiones en el tejido y dar lugar a una hemorragia ligera. Es un síntoma muy común del embarazo, y aproximadamente el 30 por ciento de las mujeres lo tendrán durante las primeras etapas del embarazo.
Muchas veces se confunde al sangrado de implantación con el inicio del período menstrual normal. Sin embargo, este sangrado no luce igual. Por lo general es de color rosa o marrón oscuro y la cantidad es muy escasa, dura sólo unas horas o 2 días. Aunque para algunas mujeres, pueda parecer una menstruación ligera, la sangre menstrual siempre tendrá un color rojo más brillante y será mucho más abundante.
¿Cuándo ocurre el sangrado de implantación?
Otra razón que causa confusión entre el sangrado de implantación y el inicio del período menstrual es el momento del ciclo en que ocurre. El sangrado generalmente se produce de 10-14 días después de la ovulación y la fecundación. Desafortunadamente, esto puede ser muy cerca de la fecha en que la mujer espera su período. Puede ser aún más confuso, ya que se experimentan síntomas similares a los que aparecen antes y durante la menstruación, como inflamación, calambres, dolores de cabeza, fatigas y cambios en el estado de ánimo. ¿Por qué sucede esto? Los cambios en el nivel hormonal durante las primeras semanas del embarazo son muy similares a los cambios hormonales que ocurren en la menstruación. Dicho esto, si la mujer está en espera de un embarazo, deberá prestar mucha atención a los cambios que ocurren en su cuerpo para no confundirse.
Distinguir entre el sangrado de implantación y el sangrado de un aborto involuntario temprano también puede ser algo confuso. En general, la hemorragia de un aborto involuntario puede comenzar como un manchado claro, pero se volverá más pesado con pequeños y grandes coágulos de color rojo oscuro, similar a la menstruación y muy doloroso. En contraste, el sangrado de implantación será mucho más ligero, de color opaco, sin coágulos y de corta duración.