Esta condición se presenta desde el nacimiento y aun no se conoce la causa exacta que lo provoca.
Las niñas con himen imperforado pueden ser diagnosticadas a cualquier edad, pero el diagnóstico ocurre con mayor frecuencia al nacer o después en la pubertad.
Las adolescentes con este tipo de himen no suelen presentar problemas hasta que comienzan el período. Como es de esperar, el himen bloquea la salida normal de la sangre menstrual y a medida que se queda estancada puede causar:
Hinchazón y sensación de peso en la parte inferior del vientre
Dolor de estómago
Dolor de espalda
Problemas al orinar y o al tener movimientos intestinales
En estos casos el médico puede realizar un examen pélvico y pruebas como la ecografía pélvica para determinar la verdadera causa. El himen imperforado se puede solucionar mediante una cirugía menor, se hace un pequeño corte o incisión y se elimina la membrana de himen extra. Las niñas pequeñas que son diagnosticadas con himen imperforado suelen recibir esta cirugía cuando comienzan la pubertad, preferiblemente antes que llegue el primer período.
La recuperación es muy sencilla y rápida, solo demora unos pocos días. Es probable que el médico indique la introducción de pequeños dilatadores en la vagina, durante 15 minutos al día. Esto evita que la incisión se cierre sobre sí misma y mantiene la vagina abierta. Es necesario llamar al médico si hay signos de infección después de la cirugía, dolor, pus o fiebre, y si el agujero vaginal parece estar cerrándose, el dilatador no entra o hay mucho dolor cuando se inserta.
Después que una chica se ha recuperado de la cirugía, todo funciona con normalidad. Puede tener períodos normales, puede usar tampones, tener relaciones sexuales y parir en el futuro.
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