En el anterior artículo, te decía que durante este tiempo vacacional y de descanso, deberías tener el propósito de respirar la vida y sentirla allá donde estuvieses, disfrutando con cada uno de los sentidos e inhalando el aire nuevo y renovado que iba a entrar en tus pulmones.Y ahora que el aire nuevo entra en tu interior y que tus pilas están recargándose o completamente cargadas, te propongo que cuando vuelvas a casa te sitúes frente al espejo y le formules unas cuantas preguntas para afrontar la vuelta al trabajo.
Espejito, espejito, ¿soy yo el más guapo del reino? Y el espejo que es muy listo, te va a mirar fijamente, va a observar todos tus rasgos haciendo un "copia y pega" para grabar tu imagen y te va a decir exactamente la verdad, reflejándote fielmente cómo eres.
El espejo es muy pero que muy listo y no te va a engañar, va a reflejar exactamente lo que ve y si lo que ve, eres tú, te aseguro que no va a reflejar otra imagen que no sea la tuya. Estamos de acuerdo, ¿no?
Una vez resuelto este axioma, ¿quién mejor que el espejo para que cada mañana te diga cómo va a ser tu día?
El espejo no te va a regalar ninguna sonrisa, si en tu primer saludo de la mañana le has gruñido susurrando, ¡qué asco de día! ¿Recuerdas que él va a reflejar exactamente lo que ve y percibe? Salúdale con simpatía, saca tu sonrisa, respira fuerte, estírate, saca pecho y vuelve a ver tu reflejo.
¿Te das cuenta que ahora sí, que el espejo te está respondiendo con una imagen alegre, feliz, dispuesta a todo, con ilusión, ánimo y entusiasmo?
Ya, pero crees que estás engañando al espejo porque verdaderamente no te sientes así, ¿verdad? Pero tú verdaderamente sí quieres sentirte así. Pues la única forma de conseguirlo, te repito, la única forma de conseguirlo es que el espejo refleje lo que tú tanto deseas. El espejo siempre tiene la solución a tus problemas. el espejo es un fiel reflejo de tu estado de ánimo y de cómo te vas a enfrentar al día, a tu trabajo, a tu jefe, a tal o cual problema.
El espejo te está mirando, ve que tú no confías en ti mismo, percibe tu desánimo, tu pesimismo y, ¿sabes lo que va a pasar? Que eso lo va a reflejar y así serán tus resultados. Debes visualizar bien como quieres que sea tu día. Vivir las imágenes en tu cerebro por unos minutos. Ten en cuenta que el espejo lo va a reflejar. Confía, entra dentro de él y transmítele tu verdadero deseo, eso que tú quieres para ese día, así será la única forma de que el espejo refleje exactamente tu predisposición, tu energía, tu ánimo.Ten en cuenta que tu mente es un espejo y va a conseguir reflejar lo que tú le ordenes.
Todo es un problema de fe. Anthony Robbins en su libro "Poder sin límites" lo expone claramente: "La fe franquea las puertas a la excelencia. Una creencia transmite una orden directa al sistema nervioso. Las creencias pueden ser las fuerzas más poderosas para obtener resultados. Las creencias son la brújula y los mapas que nos guían hacia nuestros objetivos y nos inspiran la confianza en que sabremos alcanzarlos".
Decía Virgilio: "Pueden porque creen que pueden". Y tú también puedes, si crees que vas a poder. Podrás dudarlo y es muy lícito, pero cuanto más lo creas, más cerca estarás del éxito en tus propósitos.
No lo olvides. Habla con tu espejo. Salúdale con alegría, saca tu sonrisa, pregúntale si tus reflejos en él son los mejores, respira fuerte y profundamente, estírate, saca pecho, vuelve a mirar tu reflejo y transmítele tu deseo optimista y positivo para ese día: ¡hoy va a ser un gran día!
Recuerda que las creencias son la brújula y los mapas que van a mover las fuerzas más poderosas para obtener resultados.