Las manipulaciones son técnicas de tratamiento manual en las que se realizan movimientos de escasa amplitud y alta velocidad con el objetivo de liberar en cierta medida estructuras afectadas, generalmente buscando recuperar la amplitud normal de movimiento y reducir el dolor. Hasta aquí, bien. Sin embargo, me gustaría aclarar mitos que rodean a estas técnicas, que llegan al extremo de que las personas piensen que necesitan que manipulen o recoloquen sus huesos para recuperar la salud.
El mito de que las vértebras y otros huesos se desplazan por sí solos y necesitan ser recolocados mediante manipulaciones (que se asocian normalmente a un crujido y a una abultada factura) hace que muchas personas piensen que necesitan estas técnicas para mantener la salud, y que cada cierto tiempo necesitan ajustes. Esto no es así.Invito a la lectura, en primer lugar, de la entrada del fisioterapeuta Carlos López Cubas en su blog, acerca del crujido articular. En ella, entre otras cosas, nos cuenta algo muy importante: que el sonido, o crujido, provocado por una manipulación no tiene nada que ver con la buena ejecución o la efectividad de la misma.
Cualquiera de nosotros, estando sanos, hemos notado crujidos en los huesos. Incluso podemos hacer crujir nuestros nudillos, hombros, rodillas… Y esto no quiere decir que estemos recolocando nada. Las articulaciones crujen por motivos muy diversos, como también explica la entrada que enlazo en el párrafo anterior, y que, repito, no tienen nada que ver con recolocar huesos.
Leyendo otra entrada muy buena sobre el tema, sacamos más conclusiones. Samuel Gil, también fisioterapeuta, hablaba en su blog sobre los conceptos erróneos acerca de “meter los huesos en su sitio“. Recomiendo leer con detenimiento las entradas de Carlos y de Samuel.
Samuel expone que, si las personas piensan que sus huesos se “desajustan” y necesitan revisiones periódicas (como si fuera un coche o una lavadora, añado yo), serán más dependientes de otros para encontrarse bien y menos conscientes de que ellos mismos pueden cuidar de su salud. Además, no hay que olvidar que esa creencia se basa en una información errónea, algo que los profesionales sanitarios debemos evitar siempre.
Hay técnicas seguras y eficaces para conseguir efectos similares, incluso iguales, a la manipulación, pero pueden no resultar tan espectaculares. En algunos casos incluso puede que haya otras técnicas que funcionen mejor, sencillamente porque la manipulación no era la más adecuada, pues no hay una técnica que sirva para tratarlo todo.
Movilizaciones, ejercicio, vida y hábitos saludables, otro tipo de técnicas activas y pasivas… No todo se reduce a manipulaciones, aunque tampoco quiero que parezca que voy en contra de esta técnica, que es muy beneficiosa si se utilizan cómo y cuando está indicado y se acompañan de información veraz, y explicando también las ventajas e inconvenientes de la técnica, que tiene sus riesgos (sobre todo si se realiza a nivel cervical); por ello el consentimiento informado (mejor por escrito) y considerar los posibles riesgos es fundamental (si no, que se lo pregunten a Kevin Sorbo, actor conocido sobre todo por haber sido Hércules en la serie de TV).
Así que mi consejo es que dejéis de ir al fisio para que simplemente os cruja o recoloque (tampoco vayáis solo a que os ponga pegatinas de colores) y empecéis a ir para que os enseñe qué podéis hacer vosotros mismos para cuidar de vuestra salud.
Imágenes: Adam Gregor y lightwavemedia en Shutterstock (con copyright)
La entrada Por qué no necesitas que crujan o recoloquen tus huesos ha sido publicada originalmente en Tufisio.net Blog de Fisioterapia.