La fiebre Grey se ha apoderado de nosotros. Y en muchas tertulias entre amigas oigo el tan aclamado “¡Pon un Grey en tu vida!”.
Un tipo guapo, con dinero y que despierta pasión hasta a una planta, ¿Cómo no va a resultar atractivo?
Si sólo fuera eso… Pero, ¿Qué hay detrás?
¡Pensemos un poco!
Desafiante, protector, autoritario, dominante, insensible, vengativo, orgulloso, fuerte, intenso, luchador… ¿Y el mejor amante que una pueda tener?
1. Para empezar, la relación entre ambos es de lo más asimétrico que ha existido.
En términos psicológicos, para considerar una relación sana, debe de ser simétrica: “Tú y yo estamos al mismo nivel y juntos compartimos un proyecto en común”. Cuando esta simetría se rompe, siempre hay malestar, ¡siempre! De hecho, todas las relaciones tóxicas y de dependencia emocional que he tratado en consulta se dan en la asimetría: “Yo soy fuerte, tú eres débil”, “Tú me necesitas, yo te salvaré”, “Yo soy dependiente, tú eres independiente”, “Yo soy una víctima, tú eres un verdugo”.
Anastasia es una chica normal y corriente que, además, desprende inocencia y vulnerabilidad por los cuatro costados. La presa ideal para un Grey que quiere apoderarse de todo, con el fin de lograr el control y moverse con seguridad en esta vida. Le cede su casa, le regala un móvil, un cochazo y además se encarga de comprar la empresa en la que ella trabaja para ser el jefe del jefe de su jefe.
“Pero si alguien te quiere, ¿No puede obsequiarte y compartir contigo sus pertenencias?”
Obviamente que sí, pero recuerda que en la época en la que vivimos, el dinero tiene mucho que ver con el poder y, por tanto, con el control. ¿Estás segur@ de que el objetivo de Grey es SÓLO el de hacer feliz a su querida Anastasia con sus regalos y haciéndole de maestro en el terreno sexual?
2. Las carencias afectivas del atractivo Grey las vuelca de lleno en la relación y, por tanto, en ella.
Si recordáis bien, él tiene un pasado tormentoso en el que el maltrato y las disputas en casa eran cotidianas, mientras que el amor, el respeto y la confianza, inexistentes.
¿Qué ocurre en la edad adulta? Que su pasado traumático queda registrado en sus adentros emocionales y, sin poderlo evitar y aún sabiendo que daña a su chica, la rechaza. No en la cama, eso nos ha quedado claro, ¡Sino afectivamente! Lo que él llama “límites infranqueables”, es precisamente a lo que me refiero. Le prohíbe dormir juntos, abrazarle y un sinfín de gestos de cariño que cualquier adulto sano da y recibe sin dificultad alguna. En resumen, están cociendo una relación de maltrato.
“Entonces, ¿No la quiere?”
¡Por su puesto que sí! Pero su manera de querer es la que ha aprendido en casa. Anastasia no sólo debería preguntarse “¿Me quiere?”, sino “¿Me encaja la manera en que lo hace?”.
De ninguna manera todas las historias de amor se han acabado porqué uno deja de querer al otro. En palabras de Riso “Vas a romper tu relación porqué no te conviene, no porqué le dejaste de querer”.
3. El perfil dominante, disipa su inseguridad dominando.
Christian vive en una eterna bipolaridad: ”En la vida, o dominas o eres dominado”. Ya sabes con cuál de los polos se queda, ¿Verdad? Grey busca a una sumisa. Lógico. Si no, ¿Cómo va a lograr dominar?
Su sentimiento de indefensión y dificultad para vincularse, lo lleva a colocarse en un rol de extremo poder, que sólo logra sometiendo a alguien que se ubica en un rol de debilidad respecto a él. El dinero y su atractivo, hacen lo demás.
¿Su miedo? Ser herido o dominado por otro.
¿Su leitmotive? El control y el sometimiento.
Exigiendo a Anastasia su entrega absoluta, cubre su tremendo pánico a no ser amado, rechazado o no deseado, tal y como vivió en su infancia.
“¿Así que en realidad no es seguro de sí mismo y fuerte?”
Si lo fuera, podría vincularse afectivamente, dar y recibir y además con un perfil de mujer con más poder adquisitivo que él y que le enseñara cosas inauditas en la cama que él jamás ha experimentado. Pero, ¿De verdad te imaginas a Grey al lado de una mujer de este tipo?
4. Pasión les sobra, pero, ¿Qué hay de los demás ingredientes para que una relación sea completa?
Las personas somos un pack indivisible. El famoso “en lo bueno y en lo malo, hasta que la muerte os separe” es válido tanto para los católicos como para los que no lo son. “Me encanta cuando está así, pero detesto cuando se pone asá”.
La pregunta es: “Conociendo tanto el así como el asá, ¿Estás dispuest@ a aceptar el pack?”
¡No! No puedes quedarte sólo con una parte. La parte que te seduce tanto está adherida a la parte que detestas y sólo tienes que decidir si quedarte con todo o con nada.
La pasión nos cautiva, nos hace sentir vivos y nos conecta de lleno con el placer ¡Es fantástico! ¿Pero qué hay de la intimidad entre Anastasia y Christian? Con intimidad me refiero a estar conectados, compartir momentos, revelar confidencias, tener muchas cosas de las que hablar, ser compañeros y amigos.
Pero si te paras a pensar, además de sexo, el resto del tiempo se dedican a hablar de sus evidentes dificultades en la relación y de las rarezas de él.
“¿Qué ocurrirá cuando los niveles de pasión disminuyan?”
Quizás nos lo desvelen