Nadie quiere siquiera imaginar perder a un hijo. El aborto involuntario, la muerte fetal y la muerte infantil súbita, son eventos que también viven los hombres. Lamentablemente, esta realidad no es bien reconocida.
En cambio, a los hombres se les suele preguntar cómo está manejando su pareja las cosas. Las personas suelen decir: “Si hay algo que podamos hacer para ayudarla o apoyarla, por favor, sólo díganos”. Al parecer rara vez se le pregunta a los padres que viven estos eventos cómo se encuentran en lo personal, o si necesitan ayuda.
El Origen de Esta Postura
Debemos entender que cada quien tiene su opinión y su propia forma (individual) de vivir un duelo. Y debe ser respetada.
Esta postura parece venir desde afirmaciones como que: los hombres no llevan al bebé o experimentan los aspectos físicos del parto (que incluso el aborto involuntario es un parto), que no tienen la misma relación con el bebé o experimentan el mismo dolor que las mujeres cuando el bebé muere. Tal vez en algunas circunstancias, para algunos hombres, esto es cierto, pero mi experiencia me ha enseñado que, mayoritariamente, éste no es el caso, al perder a un hijo.
Los hombres se afligen, entristecen y lloran, también. Simplemente no se les da el permiso para hacerlo como a las mujeres por tales pérdidas. Más bien, se espera que los hombres (y con frecuencia se les dice) “sean fuertes” para su mujer y para cuidar de todo, para que su pareja pueda llorar y sanar. Incluso si no se le dicen abiertamente estas cosas, la expectativa cultural al perder a un hijo, es tan fuerte que a menudo estos padres no sienten que puedan pedir apoyo o expresar su dolor y la pérdida de los que les rodean.
Las Consecuencias de No Procesar el Dolor
Con demasiada frecuencia, limitados por las expectativas familiares o culturales, los hombres ocultan o tragan su dolor y tratan de racionalizar su camino a través de la experiencia. Sin embargo, esto no esto no se lleva el dolor, y no ayuda a sanar. En cambio, su dolor puede comenzar a aparecer como ira y distancia hacia su pareja y seres queridos.
Esperar que estos padres asuman la carga de dolor y sirvan a sus parejas, sin ofrecerles recíprocamente el apoyo y el espacio para expresar su dolor es dañino y doloroso para ellos y quienes les rodean. Estos padres se merecen algo mejor de todos nosotros como familia, amigos, y profesionales.
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Los padres con una pérdida pueden ser apoyados. Esto es lo que se merecen oír:
Los hombres se afligen, entristecen y lloran, también. Simplemente no se les da el permiso para hacerlo como a las mujeres por tales pérdidas.
– Tú también perdiste a tu bebé
También tenías sueños, ideas y planes para tu vida con tu hijo. Y es algo que te fue arrebatado.
Tal vez no experimentaste físicamente el aborto involuntario, muerte o el nacimiento de tu hijo, pero los has visto, y sentido a través de tu pareja. A veces, el tener que ver a alguien que amas en el dolor y ser incapaz de hacer algo al respecto es tan doloroso como la propia experiencia física, especialmente cuando parece que todo el mundo está esperando que «soluciones y manejes bien» las cosas.
– Tienes derecho al Duelo
Esta es tu pérdida, también. Tienes exactamente el mismo derecho y la necesidad para llorar como tu pareja. Se te permite:
- Afligirte.
- Llorar.
- Estar enojado con la injusticia de todo.
- Se te permite necesitar el tiempo y el espacio, y que la gente te apoye. O mejor dicho date permiso. Has perdido a tu bebé y todas tus esperanzas y sueños con él o ella. Así que estás autorizado a llorar por todo eso.
– Eres Padre y Siempre lo Serás
Ese bebé hizo de tu pareja una madre y de ti un padre. Nada ni nadie puede quitarte eso. Eres un padre para el resto de tu vida.
Mereces ser incluido en el Día del Padre. Te mereces llamarte papá. Mereces ser reconocido como padre.
– Tienes Derecho a Recibir Apoyo
No tienes que ser el “fuerte” todo el tiempo. Al perder a un hijo, te mereces también, el amor y el apoyo de familiares y amigos. Mereces tener a tu pareja allí para ti, tanto como tú estás ahí para ella.
Lo que tú y tu pareja están experimentando es una de las pérdidas más devastadoras y dolorosas que cualquier ser humano pueda conocer. No puedes ser el único apoyo y fuerza para tu pareja a pesar de todo, ni puedes serlo para ti mismo. Una sola persona no puede ser todo para todos. Ambos necesitan y merecen el amor y el apoyo de otras personas para atravesar esto.
Te mereces tener amigos y familiares para hablar de tu pérdida. También mereces, si lo sientes:
Tener el apoyo de un psicólogo, y si lo deseas, un asesor espiritual. Mereces tener a las personas que pueden apoyar tu espacio para el dolor, la ira y otras emociones que puedan surgir. No tienes que pasar por esto solo.
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Fuente: este post proviene de Psicólogo Armando Arafat, donde puedes consultar el contenido original.
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