¿Si ya no tienes relación con esa persona para qué sufres?
Esa pregunta a nivel racional no tiene una respuesta lógica, ni siquiera tú entiendes por qué sigue sintiéndose así si ya se ha acabado. Una de las posibles respuestas, de la que trata este artículo, es que no se ha logrado una diferenciación de esa persona con la que se mantenía la relación.
El proceso de individuación es explicado por Jung (psicólogo, psiquiatra y ensayista) como la realización del sí mismo. Uno ha de tomar conciencia de su ser, un ser totalmente independiente y autónomo del otro para poder crecer de forma sana y mantener relaciones sanas. Es decir, si mi autoestima y autoimagen como persona depende de la opinión y reflejo del otro, siempre cojearemos cuando perdamos una relación. Esta diferenciación se logra comienza desde la infancia,pero no siempre es lograda, de ahí que sigamos sufriendo cuando se terminan las relaciones.
¿Es preferible el sufrimiento de mantener una relación que pasar por el proceso, que se nos plantea como doloroso, de dejar una relación y vivir solos con nosotros mismos?
Imaginemos que se ha terminado la relación con nuestra pareja, esa pareja a la que dedicábamos prácticamente las 24 horas del día, aquella con la que nos sentíamos felices sólo si estábamos juntos, pero, además, aquella que nos hacía sufrir porque no nos valoraba realmente aunque nos daba igual porque estar sin esa persona era ¡aún peor!
Otro caso común en consulta, es cuando una persona te dice que la relación que mantiene con sus padres es horrible, le hace estar todo el día “encabronado” y ¡no te cuento lo que supone la Navidad y las fiestas de reunión familiar!. El caso es que estas personas se han independizado, no son adolescentes, son adultos con hijos, y a pesar de la distancia física que mantienen les sigue afectando en su día a día.
Ahí está la clave, hay una distancia física real, pero no hay una distancia emocional real. Seguimos en cierto modo enganchados a nuestros lazos afectivos y no nos permiten avanzar.
– Distancia física no es lo mismo que Distancia emocional:
No, no es lo mismo.
La distancia emocional supone la emancipación psíquica, la diferenciación, la individuación, el reconocerse como individuo. Es dar respuesta a la pregunta ¿Quién soy yo?
Haz la prueba, responde a la pregunta y mira si tus respuestas describen quién eres o por el contrario te describes según lo que opinan los demás de ti o según a quién se supone que te pareces.
Me parezco a mi madre, muy ordenada, pero a mi padre en la cabezonería.
Pues dicen que soy muy blanda, siempre lloro por todo.
Soy como mi abuela, ella es muy dulce y persistente.
Soy muy dependiente, siempre pido opinión para hacer algo.
Stierlin, nos dice 7 ejemplos en los que se refleja que una persona está diferenciada del resto, yo os pongo como ejemplo:
Sé que soy independiente porque vengo de un sistema de relaciones del que sigo dependiendo, pero no me pierdo dentro de ese sistema.
Soy capaz de experimentar mis sentimientos, mis ideas, mi cuerpo… como propios, como algo distinto de los sentimientos, ideas y cuerpo de otros.
Me siento capaz de defender mis ideas frente a otros, respetando que también tienen derecho a pensar diferente y defenderse.
Me siento autor de mis decisiones y responsable de lo que hago.
Sentimientos que acompañan a la individuación:
Culpa: Es normal que te sientas culpable por intentar actuar según tu criterio, por querer ser independiente, por querer llevar tu propia vida; nadie te va a librar de ello. Pero esto sucede porque nunca has puesto límites a los demás y ni te has respetado como ser individual. Tu entorno intentará que no cambies, piénsalo, cuando algo nos va bien no queremos que deje de seguir haciéndonos sentir bien ¿o no?
Rabia: Cuando te das cuenta de que llevas tiempo sin respetarte es normal que sientas enfado hacia ti y hacia los demás que te mantienen en esa relación. Pero lo bueno es que ya sabes que tú puedes cambiar las cosas.
¿Cómo puedo descubrir quién soy?
Yo te diría que cuestiones todo, si siempre has hecho lo que te han dicho es que nunca has escuchado a tu voz interna, has acallado por mucho tiempo tus deseos y necesidades. Cuando te pidan algo pregúntate primero: ¿Quiero hacerlo?
Date el lujo de decir que “no”. Si no quieres hacer algo dilo.
Ten apoyo social. Está más que demostrado que el apoyo social en la mayoría de situaciones nos favorece. Te será útil para calmar ese sentimiento de culpa por intentar ser tú.
Puede que haya momentos en que necesites estar a solas contigo mismo, en soledad, para aclarar tus sentimientos. Está bien.
Revisa todos tus logros hasta la fecha. Cuando lo hagas elimina del relato los “pero” y la crítica. Si el logro es tuyo no es de nadie más. Date el placer de regodearte en tus éxitos.
De todo se aprende. Date cuenta de todas las situaciones que has vivido y los errores que puedes solventar para tú sentirte mejor.
Es cierto, que este proceso de diferenciación se inicia en la infancia como he comentado más arriba, y esto quiere decir que vivimos en un mundo de relaciones y que no es fácil modificarlas. Ten claro que este proceso no quiere decir que tienes que vivir solo y aislarte del mundo, lo que quiere decir es que dentro del sistema (familiar, político, económico…) tienes que encontrar tu lugar, tu sitio, tus límites, conocer dónde empiezas tú y dónde acabas o empieza el otro.
Si abandonas tu apego a lo conocido, estarás entrando en el campo de las posibilidades. Deepak Chopra
Otros autores que hablan de la individuación:
Margaret Mahler: “Proceso individuación-separación”
Bowen: “Diferenciación del sí mismo”
Stierlin: “Individuación con/contra”
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