Con motivo del día, se dio a conocer el consumo de lácteos entre la población española, el resultado obtenido es que el consumo ha disminuido, y se estima que el 77% de los niños consumen menos calcio del recomendado.
El consumo medio de productos lácteos es 2?3 raciones/día, los adultos y niños toman menos de las 2 raciones de lácteos por día aconsejadas.
No obstante, hay estudios que demuestran que los niños que toman más de tres raciones de lácteos al día, y aunque son un grupo minoritario, el aporte de calcio y otros nutrientes es mejor.
El calcio es uno de los minerales más importantes en el crecimiento del niño, ya que éste va a formar parte de huesos y dientes. Y para ver la importancia, el 99% de las reservas de calcio del cuerpo se concentran en los huesos y, durante la aceleración del crecimiento en la adolescencia, el aumento del peso óseo es más rápido.
Se estima que en torno a un 45% de la masa ósea de un adulto se forma durante la adolescencia, aunque continúa creciendo después, hasta aproximadamente los treinta años.
Todo el calcio se debe aportar a través de la dieta, aunque lo que se absorbe es aproximadamente un 30%, así que es importante que la dieta aporte la cantidad adecuada durante la etapa de crecimiento para reducir el riesgo de padecer osteoporosis en el futuro.
Si se comen varias raciones de lácteos, como leche, yogur y queso, se conseguirán los niveles de calcio recomendados.
Además de un buen aporte de calcio se necesitan otras vitaminas y minerales, como la vitamina D o el fósforo. Sin olvidarnos de la gran pareja de la alimentación, el ejercicio físico, éste es esencial, y en especial ejercicios en los que se cargue con el peso del cuerpo y que estimulen el fortalecimiento y la conservación de los huesos.
Pero no todo el calcio está en los productos lácteos, como alimento se aconseja tomarlos en una dieta equilibrada, debido a que son una buena fuente de este mineral, pero ya sabemos que muchas personas tienen reticencias sobre su consumo.
Sin embargo, el calcio se puede encontrar en las hortalizas de hojas verdes como el brócoli, la col rizada, la berza común, la mostaza, los nabos y el repollo chino. Sin olvidarnos de pescados con huesos blandos, que se puedan comer como los boquerones, la sardina, el salmón, etc.
Así como los frutos secos, como la almendra, la nuez de Brasil, las semillas de girasol y el sésamo, incluyendo las legumbres secas.
Con esto me despido, recordando que con una dieta sana y equilibrada, se deberían cubrir todas las necesidades de macro y micronutrientes, y ya si qué sí, nos vemos de nuevo en "nutrición para peques" el próximo septiembre. Mientras tanto, ¡ser felices! y disfrutar de nuestro blog durante lo que queda de julio.
Realizado por Jorge Ibarra Morato