Hay dos tipos de nistagmos oculares:
- Nistagmo infantil: este está presente desde el nacimiento. Es de carácter leve y la persona que lo sufre ni siquiera se percata de cuando se le mueve el ojo. No obstante, se puede intervenir con cirugía para que la agudeza visual no salga perjudicada.
- Nistagmo adquirido: suele desarrollarse tras ingerir algún fármaco. También se puede producir por beber mucho alcohol, como reacción a algún sedante o tras sufrir algún traumatismo o accidente cerebrovascular entre otras causas.
En el caso de que piense que puede estar afectado por nistagmo tendrá que visitar a su médico para que le resuelva sus dudas. Le realizarán un examen completo centrándose principalmente en el sistema nervioso y el oído interno.
En lo referente a los tratamientos no existe ninguno definitivo. Solo se puede esperar a que desaparezca por sí solo, sobre todo si ha sido causado por algún medicamento o sedante, pero en mucho casos se mantiene para siempre.
No obstante, para el nistagmo infantil sí existen tratamientos quirúrgicos o terapias farmacológicas que reducen las probabilidades de sufrir pérdida de agudeza visual.
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Fuente: MedlinePlus