Mitos sobre las agujetas

Una de las partes menos agradecidas de realizar ejercicio son las agujetas del día siguiente. Además, existen un montón de mitos alrededor de ellas: el agua con azúcar, el antiinflamatorio, el realizar más veces el mismo ejercicio…

En este post queremos aclararte de una vez por todas qué son las agujetas, por qué se producen y desmentir los mitos alrededor de estas.

Las agujetas son unos dolores musculares que suelen aparecer entre 24 y 72 horas después de realizar esfuerzos físicos. Aunque pueden irradiar dolor a toda la masa muscular, lo más habitual es que se sitúen en la porción distal del músculo, donde el tejido conectivo es de mayor tamaño.

Las consecuencias posiblemente ya las conozcas, pero incluyen la rigidez o pérdida de fuerza, la hipersensibilidad en la zona afectada por las agujetas y también la disminución del movimiento articular.

¡Vamos con los mitos sobre las agujetas!

Si tienes agujetas, repite el ejercicio para que desaparezcan. Aunque podamos pensar que nuestros músculos nos duelen porque no estamos acostumbrados a realizar ese ejercicio, repetirlo puede empeorar la situación. Si fuerzas un músculo dolorido puedes provocar roturas y que el dolor sea más intenso y prolongado en el tiempo.

El agua con azúcar, remedio casero contra las agujetas. Posiblemente la leyenda más extendida alrededor de las agujetas. El origen de este remedio sin ningún efecto más que el placebo está en la teoría de que las agujetas se producían por la formación de cristales de ácido láctico. Sin embargo, no hay ninguna evidencia científica de que esto se produzca.

Para evitar las agujetas, estira antes y después del ejercicio. Aunque calentar y estirar son partes fundamentales del ejercicio, no por mucho estirar evitarás las agujetas. Puedes evitar lesiones si preparas el músculo para el ejercicio, pero no las microroturas que en definitiva originan las agujetas.

Si te duelen los músculos es porque el entrenamiento ha sido productivo. Mentira, no tiene nada que ver. Las agujetas son una consecuencia de un sobreesfuerzo pero no son sinónimo de una buena rutina de ejercicio.

Las agujetas con dolor moderado son habituales sobre todo si acabas de empezar a hacer ejercicio o si recuperas una rutina que hace tiempo que no seguías. Si el dolor va en aumento y es muy intenso puedes tomar un antiinflamatorio bajo supervisión médica, pero no tienes que asustarte ni tomar agua con azúcar.

Si estás sufriendo agujetas lo mejor es que guardes reposo hasta que te hayas recuperado al cien por cien para no forzar las articulaciones. También puedes optar por masajear la zona y aplicar frío y calor para favorecer la circulación en la sangre.

¿Conocías estos mitos?

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