Gracias a mi práctica diaria de meditación me siento con más energía, más centrada y en paz.
La meditación es tan poderosa que puede transformar un día totalmente caótico y estresante en un día completamente productivo e inspirador.
Es por esta razón, que es muy favorable meditar por la mañana para comenzar el día con buen pie.
Y hoy vengo con algo nuevo, se trata de una meditación un poco diferente de la práctica más estándar, pero no por eso menos beneficiosa. Esta meditación me la enseñó mi maestro budista hace ya unos años, como una manera de incorporar una práctica espiritual dentro de mi rutina diaria.
Además, esta meditación es perfecta para cuando vas justo de tiempo, porque la haces mientras te duchas.
Así que cada vez que te tomes una ducha, visualiza que el agua hace desaparecer tu estrés y ansiedad. Concéntrate en la sensación del agua sobre tu piel. Imagínate el poder del agua eliminando todos tus pensamientos negativos. Visualiza como las inseguridades, el miedo, la rabia, el arrepentimiento van desapareciendo a través del desagüe. Continúa imaginando como el agua va purificando todos tus pensamientos hasta sentirte más ligero, calmado y revitalizado.
Esta meditación es muy provechosa, sobre todo para comenzar el día con optimismo y alegría. También la puedes hacer al final del día para agradecer todo lo vivido y tener un reparador descanso.
¡Espero que te sea útil y la disfrutes!
Cuéntame tu experiencia, ¡me encantará saber de ti!
Un fuerte abrazo.
Agnès
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Agnès Ensesa / Coach & Mentora Profesional, Experta en Crecimiento Interior y Espiritual.
http://agnesensesa.com
Artículo original: aquí
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