Durante las fiestas navideñas nuestro estómago debe hacer innumerables esfuerzos para asimilar todo aquello que le ofrecemos y, en muchos casos, no hemos acabado de digerir aún todo lo comido cuando ya debemos prepararnos para un nuevo y generoso ágape.
La buena noticia es que es posible evitarlo. Los siguientes consejos te ayudarán a no tener digestiones pesadas ni problemas estomacales en las fiestas venideras.
Antes de empezar
No te dejes seducir por todo lo que te ofrecen. Si estás en casa ajena, prueba alguna cosa para que tu negativa no se perciba como un desprecio y reserva tu estómago para lo que esté por venir.
Prepárate una infusión de diente de león, de genciana o de ajenjo. Una tisana de estas hierbas, 20 minutos antes de comer, mejora la digestión.
Durante la comida
Mastica despacio y con la boca cerrada, y procura no hablar con la boca llena.No desoigas a tu estómago. No se trata de dejar de comer casi por completo, pero sí de que racionalices tu deseo ante la comida.
Escoge pavo o aves de caza de temporada mejor que cordero o pato (carnes más grasas).
Ojo con las bebidas carbonatadas que, acompañando a una comida abundante y rica en grasas, pueden llevarte a la indigestión.
Después de comer
La sobremesa, en otro lugar. Levántate de la mesa nada más acabar para no caer en la tentación de seguir comiendo.
Infusión de menta o de hinojo tras la comida. Tómala en lugar de café o de té. Sentirás menos pesadez.
Procura tomar piña o papaya en el postre. Estas frutas contienen unas enzimas llamadas bromelina y papaína, respectivamente, que favorecen el proceso de digestión.
Otras recomendaciones para pasar unas navidades más digestivas son saltarse la merienda o hacerla muy frugal; compensar una comida especial realizando las demás del día mucho más ligeras, y haciendo algún ejercicio entre comidas para quemar las calorías acumuladas y desintoxicar el organismo.