¡Buenos días! Hace algunos meses hablábamos de la importancia de las proteínas para nuestro organismo. Es muy común entre los deportistas suplementar con aminoácidos para mejorar el rendimiento o facilitar la recuperación, pero... ¿son realmente útiles? ¿De verdad funcionan? Hoy valoraremos estas preguntas aplicadas a la glutamina.
La glutamina es un aminoácido no esencial, es decir, nuestro organismo es capaz de sintetizarlo por otras vías y no es necesaria su administración en la dieta; no obstante podemos encontrarla en alimentos como las carnes, lácteos, cacahuetes, almendras o soja, entre otros.
Se sintetiza en el músculo, concretamente en el esquelético, en el pulmón y en el cerebro fundamentalmente.
Funciones
Es un aminoácido importante para ciertas funciones del hígado y del riñón.
En el riñón, ayuda en la metabolización y eliminación de sustancias tóxicas como el amoniaco y por ende ayuda en el mantenimiento del equilibrio ácido-base de nuestro organismo. En el caso de deportistas, ejercicios de alto rendimiento, por la metabolización de otros aminoácidos para desarrollar el ejercicio adecuadamente, el organismo tiende a tener niveles altos de este compuesto tóxico, esto lleva a una acidosis metabólica con consecuencias negativas si se mantiene en el tiempo, y es la función de la glutamina el eliminar estos compuestos acidificantes para mantener el equilibrio ácido-base. También en el riñón se transforma en glucosa.
En el hígado, participa en los procesos de síntesis de urea, de glutatión, importante antioxidante para reducir el estrés oxidativo en las células; de glucosa y para la recuperación del glucógeno.
La glutamina, al ser un aminoácido, cuenta con nitrógeno en su composición, elemento que cede para la síntesis de otros compuestos y, por supuesto, de ácidos nucleicos.
Es precursor de los neurotransmisores glutamato y GABA, dos neurotransmisores fundamentales en el sistema nervioso central para la transmisión del impulso, tanto para favorecer dicha transmisión con el primero como para inhibirla con el segundo.
A nivel de formación celular, sirve de sustrato para la formación de linfocitos además de ser fuente de energía para la formación de células de crecimiento rápido como las de las mucosas del aparato digestivo, páncreas o músculos.
En resumen, la glutamina es importante para el mantenimiento de la masa muscular, el aparato digestivo y por supuesto para el sistema inmune. Por tanto, es imprescindible mantener unos buenos niveles de este aminoácido con el fin de evitar problemas graves.
El estrés es el principal causante de que este aminoácido baje en concentración y su disponibilidad se vea limitada, todo esto porque estas situaciones producen un consumo importante de este aminoácido, recurriendo incluso a la glutamina almacenada, por ello es fundamental garantizar el aporte adecuado en la dieta, facilitando al organismo la síntesis de dicho aminoácido. El estrés, viene causado ya sea por enfermedad, ayuno o deporte o ejercicio físico prolongado y/o de alta intensidad.
En el caso de los deportistas, el ejercicio prolongado con carencias de glutamina puede desembocar en un sobreentrenamiento con efectos negativos tanto a nivel muscular (pérdida de masa muscular) como a nivel de sistemas, especialmente en digestivo e inmunológico.
Existen diversos estudios y, como siempre, opiniones contradictorias sobre la suplementación con glutamina. No obstante, en general, se aconseja más como suplemento para prevenir que para mejorar y optimizar el rendimiento deportivo.
En definitiva, podríamos concluir que la glutamina actuaria como un inmuno-protector, siendo efectiva para contrarrestar los efectos causados por sesiones de ejercicio prolongado y/o intenso consumiéndose antes del entrenamiento y posteriormente a este para una mejor recuperación.
Con esto me despido, nos vemos en el próximo post.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas.
Fuentes:
Eroski Consumer.
Nutrición y alimentación humana. 2ª ed. Mataix J. Ergon 2009.