Pero…
¿Por qué surge la depresión si fue una decisión meditada?
Muchos no comprenden la razón por la cual el divorcio genera sentimientos de angustia que pueden conducir a la depresión, pero la verdad es que es un tema ampliamente estudiado por los psicoterapeutas y tiene respuestas muy claras que brindan un paisaje muy claro acerca de lo que puede estar sucediendo tanto en el cuerpo como en la mente de una personas.
Lo que significa el divorcio:
debemos comenzar definiendo desde el punto de vista mental lo que conlleva un divorcio: en sí mismo es una ruptura, pero no solo de bienes o propiedades ante la ley, sino más bien de lazos fuertes que se construyeron desde el noviazgo, y se afianzaron con el paso del tiempo, por eso no es lo mismo la separación de una pareja que llevaba 12 años de conocimientos que una que solo tenía un par de meses, ya que hay una siembra de valores y costumbres que se arraigan al sentir de cada ser humano, los cuales usa día tras día por periodos de tiempo, además de todo lo que ello conlleva como es el hacer algo de cierta manera, porque así será bien visto por nuestra pareja o porque es lo que conviene para ambos, para la relación.
El miedo:
Cuando nos referíamos a rupturas también incluimos el concepto del miedo como algo inherente a la depresión, y es que durante dicha separación, se pierde la figura de apoyo y seguridad que se visualizaba en la pareja, por cuál va a existir un fuerte sentimiento de soledad que presiona al punto de pensar que no hay algo más allá de esa relación que acaba de caer al suelo como un cristal que se desquebraja.
¿Qué hacer para superar la depresión tras el divorcio?
Es muy complicado, sí, pero no imposible, si bien la depresión puede ser tan fuerte como para obviar las demás posibilidades, con hábitos de vida que tendrás que empezar a implementar, vas a notar avances significativos:
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No te encierres:
lo peor que puedes hacer es quedarte en tu habitación viendo películas de amor dramático y comiendo helado bajo las sabanas. Comienza con pequeñas caminatas en la mañana de por lo menos diez o quince minutos, de preferencia en los días que haga sol o que el viento sople fuerte.
Visita a tus padres:
ellos fueron tu soporte cuando niño o niña y lo seguirán siendo, así que emprende un viaje donde están ellos y quédate a su lado un par de semanas para recuperar tu valor como persona y tu confianza, además que será una buena oportunidad para afianzar lazos.
Tus amigos:
pídele a tus amigos que ideen algún plan para las próximas dos semanas, como salidas a cine cada noche o visitas a algún centro cultural que te guste, además llámalos cuando sientas que te está invadiendo la tristeza, incluso invítalos a casa para que te hagan compañía.
¿Qué quieres hacer?:
quizás tengas algún itinerario, un viaje que siempre quisiste hacer, este momento de libertad te servirá para que hagas efectivo todo lo que no pudiste hacer por estar al pendiente de la relación.
Nada va a ser igual a partir de ahora, ni siquiera al momento de comer, de eso no hay duda, pero es tu responsabilidad salir del fango y volar sobre él o morir en el intento… solo tú eres responsable de tu propia salvación.
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