España es el primer productor mundial de chirimoya
Sus flores aparecen solitarias o agrupadas en número de 2-3. El fruto, la chirimoya, es una baya de color verde, de pulpa blanquecina con numerosas semillas de color negro, ovoides y brillantes.
Valor nutricional y propiedades de la chirimoya
El componente mayoritario de esta fruta es el agua (73,5 ml por 100 g de porción comestible).
La chirimoya también destaca por su aporte en hidratos de carbono (20% de su peso), fundamentalmente azúcares simples como la fructosa y glucosa (en torno al 11%) y sacarosa (alrededor del 9%). Dado su alto contenido en azúcares, su aporte calórico es entre moderado y alto, proporciona 81 Kcal por 100 g de porción comestible.
Esta fruta subtropical es pobre en grasa y proteínas. Tiene la peculiaridad de contar con una gran cantidad de ácido fosfórico que, fluctúa alrededor de un 14%, lo cual eleva notablemente su valor nutritivo, constituyendo un alimento fosfatado natural.
Aporta otros minerales como calcio (30 mg por 100 g de porción comestible), potasio (264 mg por 100 g de porción comestible) y hierro (0,4 mg por 100 g de porción comestible.
Su aporte de fibra (1,9 g por 100 g de porción comestible) mejora el tránsito intestinal y beneficia a múltiples enfermedades y alteraciones.
Tiene un gran valor vitamínico en las del grupo B (ninguna fruta fresca posee tan alto contenido de vitaminas B1, B2 y B6), también es fuente de vitamina C y de pequeñas cantidades de vitamina A.
Los beneficios de la chirimoya
La chirimoya se puede considerar como una fruta agraciada desde un punto de vista dietético y nutricional. Además, por su aroma, sabor y color blanco puro, nos da garantía de lo higiénica que es. No necesita de ningún tratamiento culinario para ser consumida, ya que se come tal cual.
– A veces, en personas que padecen estreñimiento y consumen esta fruta por primera vez, aparecen alteraciones intestinales. En estos casos, el individuo suele dejar inmediatamente de tomarla al creer que le sienta mal, y lo que realmente está haciendo la chirimoya es ayudar a corregir su problema intestinal. Esta reacción intestinal se intensifica si se consume la chirimoya en el postre tras una comida muy copiosa.
– Posee en su composición poderosas enzimas que autodigieren la pulpa, incluso sin la necesidad de jugos y enzimas corporales, por ello es una fruta de fácil digestión lo que la hace muy aconsejable en personas débiles, convalecientes, ancianos, en dispepsias y muy especialmente en niños y embarazadas.
– Tiene efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre, ya que la fibra que posee, ejerce influencia intestinal y dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares. Por ello si tomamos chirimoyas, tardaremos más tiempo en sentir hambre.
– También su contenido en fibra le confiere propiedades laxantes.
– Al ser pobre en grasas y tener una fibra con un efecto intestinal muy beneficioso (arrastra el colesterol malo y absorbe al mismo tiempo ácidos biliares y regula la flora intestinal), reduce los niveles de colesterol.
– En pediatría tiene aplicaciones dietéticas (en forma de purés o zumos) debido a su contenido en minerales (calcio, fósforo, hierro), vitaminas (grupo B , C, A), proteínas y azúcares. Por ello es muy aconsejable en niños en época de crecimiento o en caso de enfermedades crónicas.
– Por su contenido en vitamina C facilita la curación de numerosas enfermedades reumáticas, artríticas, digestivas (enteritis y gastritis), además de ejercer acción antioxidante y ser muy útil para combatir resfriados. Esta vitamina, a su vez, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción de hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
– Al ser esta fruta fuente de vitamina A y C tiene efecto antioxidante, importante aliado en el mantenimiento de juventud y belleza.
– Paradójicamente, la chirimoya es recomendable también en dietas de adelgazamiento, pues tiene un efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre por la fibra que posee, la cual ejerce influencia como laxante intestinal a la vez que dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares. No obstante, en estos casos es aconsejable tomar frutas de pequeño tamaño.
– Por su bajo aporte en sodio, riqueza en potasio y poca grasa es aconsejable para personas con hipertensión arterial o alteraciones cardiacas o de vasos sanguíneos.
– Al ser fuente de potasio deben tener cuidado las personas con insuficiencia renal, pero por otro lado, será beneficioso para los que tomen diuréticos que eliminen potasio.
– Los elementos minerales de la chirimoya, la hacen de gran utilidad para coadyuvar en los procesos de recuperación de un sinnúmero de dolencias. Así, aporta hierro, por lo que es adecuada para personas con anemia; calcio, el cual es de ayuda para personas con descalcificación u osteoporosis y fósforo, que contribuye a reforzar la memoria de estudiantes y ancianos.
– Posee acción tónica impidiendo así decaimiento y la fatiga, evitando depresiones.
– A esta fruta se le atribuye también una acción equilibradora del sistema nervioso, por lo que constituiría un excelente ansiolítico y tranquilizante, muy adecuado para el tratamiento de personas compulsivas.
– Por último, cabe destacar que algunos productos extraídos de las semillas de la chirimoya han sido aplicados con éxito en investigaciones para el tratamiento de piojos, disentería, cefalalgias (dolores de cabeza), gota y cálculos.
Un consumo sano
La mejor forma de comer la chirimoya es consumiéndola sola, ya que se trata de una fruta completa en sí misma desde el punto de vista digestivo; tiene efecto saciante y es reguladora del nivel de glucosa en sangre, lo que hace posible no pasar hambre haciendo un desayuno, una merienda e incluso una cena comiendo sólo una chirimoya.
No es recomendable tomarla de postre tras una comida copiosa, ya que se produce un efecto de reacción intestinal más uno bioeléctrico en el estómago (originado por la riqueza en azúcares de esta fruta), activándose un exceso de peristaltismo intestinal, gases y molestias que pueden resultar incomodas.
¿Qué debo saber antes de comprar una chirimoya?
En el mercado las podemos encontrar a granel o envasadas. En ambos casos tenemos que fijarnos que no estén partidas y que desprendan un olor fresco, con un ligero toque a nuez. La calidad de las envasadas lo indica el color de la etiqueta, así podemos diferenciar:
– Chirimoya de etiqueta roja – calidad superior
– Chirimoya de etiqueta verde – buena calidad
– Chirimoya de etiqueta amarilla – calidad inferior
Saber más sobre chirimoya
– Es deliciosa como fruta fresca. Es fácil de consumir, basta con partirla por la mitad y comer su pulpa con una cucharilla. Es necesario tener cuidado con las semillas en el caso de que se la demos a los niños. Presenta un inconveniente: se pone la pulpa negra al contacto con el aire. Para evitarlo, debemos rociarla con zumo de lima o limón.
– Se puede usar como materia prima para elaborar helados, batidos y mermeladas.
– Las debemos consumir cuando estén completamente maduras, que es cuando el color de la cáscara pasa de verde claro a verde oscuro o amarillento.
¿Cómo las conservamos en casa? Esta fruta no se conserva durante mucho tiempo y requiere de una manipulación muy cuidadosa. Su piel es muy sensible al tacto y ennegrece fácilmente, aunque se puede consumir pese a que adquiera dicha coloración oscura y ceda ligeramente al presionarla. Hay que evitar guardarlas en la nevera, pues se interrumpe su maduración, por lo que si se quieren comer frías, las meteremos en la nevera el momento justo antes de su consumo.
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