El lactobacillus gasseri es probablemente uno de los últimos hallazgos para mantener un peso saludable. Se ha comprobado que en personas delgadas este huésped intestinal mantiene una población abundante, lo que no sucede en personas con sobrepeso.
Vamos a empezar por el principio, nuestra flora intestinal es un complejo sistema con más de 100 billones de microorganismos de más de 1000 especies. El dato curioso es que cada uno de nosotros tiene 10 veces más bacterias que células propias, resulta increíble, ¿verdad?.
La realidad es que hoy en día la medicina está empezando a considerar a la biota intestinal como un nuevo órgano más con funciones perfectamente definidas e insustituibles.
Influye en muchos aspectos de nuestra salud, es fundamental para un sistema inmunológico fuerte, promueve la buena digestión y la absorción de nutrientes y, estudios recientes, establecen su relación con el estado de ánimo, la depresión o la resistencia al estrés.
La flora de cada persona es única, nacemos sin ella y la adquirimos desde el primer minuto de vida a través del canal del parto y de la leche materna u otros alimentos. A partir de los 2 años hemos adquirido nuestra flora definitiva, desde ese momento nos acompañará de por vida con ligeras variaciones que pueda sufrir debido a la hábitos alimentarios o la toma de antibióticos. Es interesante, a este respecto, un estudio de la revista Nature en el que se afirma que los edulcorantes artificiales alteran la flora bacteriana de tal modo que su uso a la larga provoca diabetes, obesidad y problemas metabólicos.
Ya se conocía que existían algunas bacterias protectoras contra la obesidad, las del tipo bifidobacterias por ejemplo, también se conoce que la mayor o menor presencia de un tipo de bacteria u otra se asocia a un exceso de peso y al síndrome metabólico.
Lo que viene a confirmar un reciente estudio japonés es que la suplementación con l. gasseri provoca una menor absorción de grasa y un aumento de la misma expulsada en las heces. De ahí que se hubiera observado que la presencia de esta bacteria tuviera que ver con una menor acumulación de grasa abdominal. Te dejamos aquí el enlace al estudio.
Es quizá muy pronto para saber si se abre un nuevo enfoque para tratar el problema del sobrepeso, lo que sí parece cierto es que un tratamiento integral de la obesidad pasa por recuperar y regenerar nuestra flora intestinal.
¿Es efectiva la suplementación con probióticos?
Pues parece ser que sí, pero los cambios que producen en la flora no son definitivos y si queremos que los efectos sean permanentes debemos mantenernos constantes en la toma de probióticos.
Un modo sencillo de tomarlos es añadiendo alimentos fermentados a la dieta, no solamente leche en forma de yogur (sin edulcorantes por favor) o kefir, también hablamos de verduras como el chucrut. Otro modo de enviar cepas específicas a nuestro intestino es utilizando complementos dietéticos. Generalmente son productos simbióticos, ya que añaden prebióticos a su composición, que son sustancias que sirven de nutrientes a nuestras bacterias y hacen que proliferen.
Por todo lo visto hasta ahora parece una buena idea aumentar el consumo de probióticos, tenemos mucho que ganar. Están especialmente indicados si haces algún tratamiento con antibióticos o si tu estilo de alimentación no es precisamente amable con nuestros huéspedes intestinales. Si además lo que pretendes es perder algún kilo quizá el L.gasseri sea una opción a tener en cuenta.
Este post se ha publicado primero en El blog de Árnica digital..