Las nuevas investigaciones revelan las verdades sobre la cesación del tabaco y la ganancia de peso. ¡Dejar de fumar sin engordar SÍ es posible!
Este sábado pasado (31 de mayo) se celebró el Día Mundial de NO Fumar. Yo quería hacer algun post especial en Facebook o en Instagram sobre eso, pero la verdad es que no pude. El recuerdo de mi papá y mi mamá, los dos ausentes luego de haber perdido la batalla contra el cáncer de pulmón, no me lo permitió. Escribir sobre eso, ese día, se me hacía demasiado doloroso.
Pero hoy recogí un poco de fuerza para hacerlo, pensando en que si lo que escribo acá sirve para que aunque sea una sola persona tome la decisión final de dejar de fumar, entonces mi esfuerzo habrá valido la pena por mucho.
Si tú eres esa persona fumadora que no ha podido aún dejar el cigarrillo, este artículo es para ti. Y si no eres esa persona, por favor envíaselo a alguien que lo sea, tal vez podrás salvarle la vida y ahorrarle un profundo dolor a su familia.
¿Por qué no has dejado de fumar?
Si estás leyendo esto es porque tu salud es importante para ti, incluso si aún no sabes bien cómo cuidarla o si, incluso sabiéndolo, no has podido ajustar tu estilo de vida para hacerlo.
El cigarrillo te pesa, y mucho.
Pero ¿sabes qué? no sólo te pesa a ti. Le pesa a la sociedad. Y le pesa a la gente que amas y que te ama.
El cigarrillo te hace formar parte de un grupo de personas que cada vez se están aislando más. En los aeropuertos hay cabinas especiales para que no molestes a nadie más con tu humo. Cuando te sientas en un banco de la calle a fumar, las mujeres embarazadas se alejan de ti. En los restaurantes tienes que sentarte afuera, o levantarte para salir a fumar cuando el impulso se hace incontrolable (aunque tú te digas la mentira de que lo tienes bajo control) e incluso si está haciendo un frío de locos afuera o si cae un diluvio. El cigarrillo te puede más.
Pero además de esa cadena súper pesada que decidiste atarte al tobillo, hay algo peor.
Si fumas y encima tienes algunos kilitos de más (como millones de personas en el mundo) tendrás problemas de salud mucho mayores. La mezcla sobrepeso-tabaco es mortal (más mortal que cada una de ellas por separado), más allá de lo que ya sabías sobre tu riesgo aumentado de desarrollar cáncer (como le pasó a mis papás), ataques cardiacos o derrames cerebrales. Es más, con tu vicio estás también enfermando a todos los que te rodean y respiran el humo que tú desechas.
Un comunicado de la American Chemical Society de septiembre de 2013 advertía que la obesidad no sólo intensifica el efecto cancerígeno del humo de tabaco, sino que también interfería con la acción de algunos medicamentos, haciendo inefectivas o potencialmente peligrosas las dosis normales.
Básicamente, cada vez que enciendes un cigarrillo no sólo te mueres tú un poquito más, sino que también matas a otros un poquito. Incluyendo la gente que pasa a tu lado en la calle cuando sales a fumar. Incluyendo ancianos, mujeres, niños, gente que nunca te ha conocido y con la quizás nunca intercambies palabra. Incluyendo tu propia familia y los seres que amas.
Entonces ¿por qué no dejas de fumar?
Dejar de fumar hace engordar… ¿o no?
Además de las causas psicológicas propias de la adicción (de cualquier tipo de adicción), se sabe que hay muchísima gente que evita intentar dejar de fumar si ganaron peso cuando lo han intentado previamente. Esto es el caso sobre todo de las mujeres, pero a los hombres también les pasa.
El aumento de peo es una cosa bastante predecible entre las personas que dejan de fumar, sobre todo en los primeros meses. Según un estudio publicado este año en el International Journal of Clinical Practice los ex-fumadores ganan entre 4 y 6 kilos en el primer año, y hay personas que hasta deciden seguir fumando simplemente para evitar ganar ese peso. Otro estudio de 2012 sobre el mismo tema, publicado en el British Medical Journal, reveló que el aumento de peso se produce en los tres primeros meses luego de haber dejado el cigarrillo, aunque el resultado varía muchísimo de una persona a otra (hay gente que incluslo rebaja).
Pero aquí hay un detalle que quizás no sabías: al pasar de los años la gente que fuma engorda MÁS que los que dejan de fumar. Esto lo encontraron unos investigadores españoles en 2010 luego de darle seguimiento por 4 años a personas que fumaban, que habían dejado de fumar, y que nunca habían fumado en su vida.
Sí, los que fumaban y dejan de fumar engordan más que los que nunca en su vida han fumado. Pero los que siguen fumando engordan todavía más que los primeros.
Es decir, dejar de fumar de hecho podría hacerte engordar MENOS a la larga.
Vamos entonces a sacar unas cuenticas (es fácil, prometido):
Fumar = cáncer + enfermedad cardiovascular + engordar(seguro) + enfermar a otros
Dejar de fumar = engordar(posiblemente) – cáncer – enfermedad cardiovascular – enfermar a otros
Mmmm…. me parece bastante claro quién va ganando. ¿A ti no?
Por cierto, en un estudio del 2013 otros investigadores mostraron que aunque aumentases de peso al dejar de fumar igual se disminuirían tus riesgos de enfermedad cardiovascular. ¿Y te mencioné ya que le harías menos daño a la gente si lo haces?
Según ese mismo estudio, el 50% de las mujeres y el 25% de los hombres que fuman se preocupan por la posibilidad de aumentar peso si dejan de fumar. Yo sé que engordar es una pesadilla para mucha gente y entiendo perfectamente lo difícil que debe ser pensar en hacer el gran esfuerzo de dejar de fumar si encima eso te va a terminar haciendo engordar. Posiblemente estarán pensando que es “ir de Guatemala a Guatepeor” como decimos en Venezuela. Pero hay que ver la cosa desde un panorama más amplio: los kilitos de más no son NADA en comparación con desarrollar un cáncer o una enfermedad cardiovascular (y si no me lo crees pregúntale a alguien que lo haya vivido).
Además, te tengo otra buena noticia. Ya te dije que la ganancia de peso no es ni siquiera algo seguro, a algunos les pasa, a otros no. Pues bueno, los medicamentos de reemplazo de nicotina pueden evitar que aumentes de peso (la nicotina disminuye el apetito y acelera el metabolismo en fumadores).
Me gustó ese estudio, jejeje
¿Se puede dejar de fumar y hacer dieta al mismo tiempo?
Muchos médicos recomiendan no embarcarse en ambas cosas a la vez porque se cree que demanda un esfuerzo demasiado grande y que la persona va a terminar abandonando una cosa o la otra (usualmente abandonarán el intento por dejar de fumar, privilegiando la dieta).
Pues bueno, un comunicado de prensa emitido en el 2009 por la Universidad de Northwestern indicó que las mujeres que dejan de fumar mientras siguen un programa dirigido para la pérdida de peso tienen más éxito en dejar el cigarrillo y a la vez logran controlar su peso.
Entonces no se trata como tal de hacer dieta, sino de tener la orientación adecuada y el apoyo que necesitas durante el proceso. Tener la tranquilidad mental de tener alguien que te diga lo que hacer, paso a paso, para que puedas centrarte en trabajar más el aspecto emocional y psicológico durante el proceso es, en la GRAN mayoría de los casso, el secreto del éxito.
Y hablando de secretos, déjame contarte uno más, a ver si termino de convencerte de que no te suicides lentamente:
Un súper nuevo y reciente estudio de finales de 2013 encontró que la razón por la que algunos ex-fumadores aumentan de peso NO es por un aumento en su consumo calórico (¡Ja! Elemental mi querido Watson, NUNCA se trata de las calorías…).
La verdadera razón del temido aumento de peso (y cómo evitarlo)
Hoy día estamos comenzando a entender que la flora intestinal (esos bichitos que todos tenemos en nuestro estómago e intestinos) determina una cantidad increíble de aspectos de nuestra salud – incluyendo si aumentamos de peso o adelgazamos.
En este estudio de 2013 se demostró que cuando una persona deja de fumar se producen cambios en su flo9ra intestinal, y son esos cambios los que terminan haciendo que la persona engorde.
Si te pones a ver, esto también explicaría el por qué algunos ex-fumadores engordan y otros no: dependiendo de como sea su flora intestinal, ese aumento de peso puede producirse en mayor o menor proporción.
Entonces, si logras mantener una flora intestinal saludable podrás dejar de fumar sin aumentar de peso.
En resumen…
Por favor, deja de fumar.
Lo único que necesitas para hacerlo es tomar la decisión, y buscar apoyo. Unos meses más tarde te habrás librado de esa porquería que daña tus pulmones y los de otros, y que te mata a ti y a tus seres queridos lentamente.
Sí, es verdad que nos vamos a morir de todas formas, pero en nuestras manos está en gran parte el poder de escoger en qué condiciones moriremos, y cómo viviremos nuestra vida de aquí hasta allá. Sí, vamos a morir en algún momento, pero eso no te da razón para matarte lentamente por voluntad propia. Y si no lo haces por ti, al menos hazlo por los demás. El humo que pones allí afuera en el ambiente nos hace daño. Tu muerte prematura por un cáncer o un infarto le romperá el corazón a quienes te aman, y que quedarán aquí llorando tu ausencia.
Así como yo lloro hoy a mi mamá y a mi papá.
Soy huérfana y mi hija nunca podrá conocer a sus abuelos más allá que a través de fotos e historias, del amor profundo que yo puedo transmitirle, y de las enseñanzas que ellos me dejaron sobre cómo vivir una vida digna y respetable. Su muerte me enseñó que yo nunca nunca NUNCA haré nada que me lastime a mí y a los otros – al menos no a conciencia.
Y por eso yo hoy celebro mi decisión de ayudar a otros a vivir sus vidas de la forma más saludable posible, enseñándoles a transformar su alimentación y acompañándoles en el proceso.
Tomar probióticos y seguir un programa de adelgazamiento durante los primeros meses al dejar de fumar no sólo evitará que aumentes de peso, sino que te garantizará que tendrás éxito en el intento.
Yo puedo ayudarte y acompañarte en tu proceso, con mi Programa Tu Nuevo Cuerpo (TNC). Justamente estaremos abriendo una Edición Especial en el mes de Junio (las inscripciones comienzan en unos días). Si este artículo te ha animado a dar el gran paso por tu salud, a escoger la VIDA, entonces chequea lo que el Programa TNC puede hacer por ti porque te cambiará la vida
Referencias:
American Chemical Society (ACS). “Obesity combined with exposure to cigarette smoke may pose new health concerns.” ScienceDaily. www.sciencedaily.com/releases/2013/09/130911120719.htm (accessed June 2, 2014).
S. Veldheer, J. Yingst, G. Foulds, S. Hrabovsky, A. Berg, C. Sciamanna, J. Foulds. Once bitten, twice shy: concern about gaining weight after smoking cessation and its association with seeking treatment. International Journal of Clinical Practice, 2014; 68 (3): 388 DOI: 10.1111/ijcp.12332
H.-J. Aubin, A. Farley, D. Lycett, P. Lahmek, P. Aveyard. Weight gain in smokers after quitting cigarettes: meta-analysis. BMJ, 2012; 345 (jul10 2): e4439 DOI: 10.1136/bmj.e4439
F. Javier Basterra-Gortari, Lluís Forga, Maira Bes-Rastrollo, Estefanía Toledo, J. Alfredo Martínez y Miguel A. Martínez-González. Evolución de los cambios en el peso corporal según hábito tabáquico: análisis longitudinal de la cohorte SUN. Revista Española de Cardiología, 63(1):20-7, January 2010
Clair C, Rigotti NA, Porneala B, et al. Association of Smoking Cessation and Weight Change With Cardiovascular Disease Among Adults With and Without Diabetes. JAMA, 2013; 309 (10): 1014-1021 DOI: 10.1001/jama.2013.1644
Fiore MC, Baker TB. Should Clinicians Encourage Smoking Cessation for Every Patient Who Smokes? JAMA, 2013; 309 (10): 1032-1033 DOI: 10.1001/jama.2013.1793
Northwestern University. “Women can quit smoking and control weight gain.” ScienceDaily. www.sciencedaily.com/releases/2009/11/091119111419.htm (accessed June 2, 2014).
Luc Biedermann, Jonas Zeitz, Jessica Mwinyi, Eveline Sutter-Minder, Ateequr Rehman, Stephan J. Ott, Claudia Steurer-Stey, Anja Frei, Pascal Frei, Michael Scharl, Martin J. Loessner, Stephan R. Vavricka, Michael Fried, Stefan Schreiber, Markus Schuppler, Gerhard Rogler. Smoking Cessation Induces Profound Changes in the Composition of the Intestinal Microbiota in Humans. PLoS ONE, 2013; 8 (3): e59260 DOI: 10.1371/journal.pone.0059260