Las vacunas son dosis inofensivas del virus tales como el de las paperas, sarampión, rubeóla, y son utilizadas para reforzar el sistema inmunitario y con ello prevenir que esas enfermedades sean graves y hasta mortales.
Después de inyectada la vacuna, el cuerpo crea anticuerpos como si realmente estuviera enfermo, por lo que si en alguna oportunidad lo atacara el virus verdadero, el cuerpo lo reconocerá y tendrá "armas" para atacarlo.
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Recuerda siempre visitar a tu médico para aclarar cualquier duda sobre la salud.