Una de las causas principales es el estado del suelo pélvico. ¿Sabías que la calidad de tus relaciones sexuales tiene mucho que ver con el estado en el que se encuentran los músculos de esta zona? Un exceso de tensión en las paredes vaginales puede provocar molestias durante el acto; por su parte, un suelo pélvico debilitado produce que el placer durante el coito disminuya debido a que las paredes vaginales son menos firmes y más laxas.
Es importante que si sientes molestias durante el coito acudas a tu médico para que valore el estado de las estructuras del suelo pélvico, vea si existen contracturas o cualquier otra alteración y detecte la causa del problema.
Además, dentro de los principales motivos que pueden provocar molestias en el coito, también están las infecciones en las vías urinarias producidas por bacterias, virus u hongos. Las más comunes son: la candidiasis, la vaginosis bacteriana o la tricomoniasis, de transmisión sexual. Para combatirlas acude a tu ginecólogo, él será quien te recomiende un tratamiento en función de la infección que padezcas.
Otra causa que también provoca dolores en las relaciones sexuales es el vaginismo, una contracción involuntaria de la musculatura que rodea la vagina al intentar el coito y que impide la penetración. Es la percepción de que “el pene no cabe”, “hay una pared” o “la vagina es muy pequeña”. Esta disfunción sexual suele estar relacionada con la educación recibida por las mujeres, errónea y cargada de mitos, que provoca que sientan temor.
Existen, asimismo, factores mentales y psíquicos que provocan dolor durante las relaciones. Por ejemplo, las mujeres que han tenido una mala experiencia pasada o tienen miedo a quedarse embarazadas o a que les duela, tienden a contraer la vagina inconscientemente para impedir la penetración.
Tampoco podemos olvidar que la tensión en las cicatrices tras un parto, como consecuencia de una episiotomía o un desgarro perineal, puede provocar molestias en las relaciones sexuales.
Por lo tanto, si sufres dolor durante las relaciones sexuales, lo recomendable es que acudas al ginecólogo para que te realice un examen ginecológico para detectar las posibles anomalías y una ecografía para ver el estado de los órganos sexuales internos. Asimismo, se pueden realizar otras pruebas complementarias como un análisis de orina y de sangre o muestras de la mucosa, para que el diagnóstico sea más completo.
Conócete y disfruta al máximo. ¡Elimina los tabúes de tu vida!
Fuente: TENA Lady