Cabe agregar que alrededor de 2 a 4 por ciento de las mujeres una vez que termina el embarazo retoman sus niveles de insulina, por lo que su diabetes resulta temporal, denominándose en estos casos, diabetes del embarazo también o diabetes gestacional.
Factores predisponentes a la Diabetes en el embarazo
Diabetes en el embarazo es más probable en:Mujeres mayores a 25 años
Mujeres con sobrepeso
Mujeres fumadoras
Mujeres con historial familiar de diabetes
Mujeres pertenecientes a un grupo étnico minoritario
Mujeres con antecedentes de muerte fetal no explicada.
Mujeres con un historial previo de neonatos con peso mayor a 10 libras o 4,5 kg.
¿Cuáles son los síntomas?
En la mayoría de los casos, la diabetes del embarazo no tiene síntomas externos y se detecta mediante el cribado. Sólo en raras ocasiones los síntomas clásicos de la diabetes aparecen, por ejemplo, sed excesiva, micción frecuente y cansancio.¿Cómo se diagnostica?
A través de análisis de laboratorio prenatales y de rutina, de los niveles de glucosa en muestras de orina o a través de análisis de laboratorio prenatales y de rutina, de los niveles de glucosa en muestras de sangre tomadas entre 26 y 30 semanas de embarazo, con pruebas de glucosa de muestras tomadas al azar y prueba de glucosa tomadas en ayunas.Si estas pruebas muestran que ha elevado los niveles de glucosa, se necesita la prueba de tolerancia a la glucosa, una análisis de laboratorio más detallado para diagnosticar la Diabetes en el embarazo.
Esta prueba además se recomienda cuando la mujer presenta antecedentes familiares de diabetes, obesidad o haberla padecido en un embarazo anterior.
¿Cómo afecta al bebé?
La importancia de la diabetes del embarazo es aún objeto de debate, dado que no se ha comprobado su relación con el sobrepeso de sus hijos y algunos defectos en su nacimiento.
Un embarazo a término es de 40 semanas, sin embargo en diabetes gestacional, suele inducirse entre las 38 y 39 semanas, reduciendo así el riesgo de muerte fetal. Como resultado, las cesáreas son comunes en mujeres con diabetes gestacional.
Por otra parte, la mayoría de los bebés que nacen de madres con diabetes no requieren cuidado especial, aunque se presta especial atención a asegurar que al nacer el bebé no sea hipoglucemico, es decir, con déficit de azúcar en la sangre.
El tratamiento con insulina o metformina generalmente se retira después del parto, esto es debido a la resistencia de insulina, sin embargo, otra prueba de tolerancia a la glucosa puede realizarse durante el control postnatal, al menos durante seis semanas, para decidir el retiro definitivo del fármaco.
¿Cómo se trata?
La diabetes gestacional es usualmente tratada con dieta y ejercicio. Por lo que se recomienda:
Aumentar la cantidad de ejercicio y actividades de bajo impacto como la natación, caminatas o yoga
Consumir comidas regulares, consumiendo cinco porciones de frutas y verduras al día.
Controlar la cantidad de grasa sin excesos pero tampoco eliminándola del todo, una dieta baja en grasa no se recomienda durante el embarazo
Reducir la ingesta de sal.
El tratamiento farmacológico de la Diabetes en el embarazo
Regular los controles de azúcar en la sangre también es necesario para hacer que los niveles seguros no están demasiado elevados, sobre todo después de las comidas.Si los niveles de azúcar en la sangre permanecen altos, puede que tenga que tomar insulina a través de una inyección. La insulina de acción rápida se utiliza a la hora de comer y de acción lenta de insulina al acostarse.
Hasta el año 2008, se recomendó que las tabletas orales para la diabetes no se deban utilizar durante el embarazo y se recomienda que las mujeres con diabetes tipo 2 deban convertir a un tratamiento con insulina antes de quedar embarazada.
Sin embargo, las directrices de 2008 NICE para el tratamiento de la diabetes desde la pre concepción hasta el período postnatal, afirman que la metformina puede utilizarse para las mujeres con antecedentes de diabetes tipo 2 o diabetes gestacional, ya sea en combinación con o como una alternativa a la insulina en la pre concepción período y durante el embarazo.
Un gran ensayo de Australia y Nueva Zelanda en 2008 mostró que la metformina en comparación con la insulina no se asoció con un aumento de las complicaciones perinatales, ya sea para la madre o el bebé. Además, las mujeres prefieren la metformina a la insulina.
A largo plazo, la mitad de las mujeres que padecen diabetes gestacional llegan a desarrollar diabetes tipo 2 en los 10 y 15 años después de dar a luz. La farmacoterapia con metformina puede prevenirlo o reducir el número de mujeres afectadas.