El colágeno es una proteína presente en todos los animales la cual forma fibras, las denominadas fibras colágenas. Por lo tanto, no se trata de una proteína única, sino que se considera una familia de moléculas, las cuales son muy distintas genéticamente a pesar de estar estrechamente relacionadas. De hecho, existen veintiocho tipos diferentes de colágeno.
Esta proteína forma parte de los tejidos fibrosos, como por ejemplo los ligamentos, los cartílagos, los músculos y los tendones, pero también se encuentra presente en huesos, discos intervertebrales, córnea, dentina, órganos, vasos sanguíneos, etcétera. Y es que el colágeno representa aproximadamente el treinta y cinco por ciento de las proteínas presentes en el organismo de un ser humano.
Como se ha mencionado anteriormente, cada tipo de colágeno tiene códigos genéticos distintos, pero además cada uno posee características bien definidas para realizar funciones determinadas. Su clasificación se ha llevado a cabo a partir de los números romanos. A continuación, se mencionan las funciones de los tipos de colágeno más estudiados: I, II, III, IV y V.
¿Para qué sirve el colágeno tipo I?
El colágeno tipo I es el que más abunda. Este se puede encontrar en los huesos, tendones, córnea, discos intervertebrales y piel. La forma en la cual están agrupadas sus fibras proporciona al órgano una capacidad de estiramiento con flexibilidad y resistencia al mismo tiempo.
Con este tipo de colágeno se elaboran múltiples productos de belleza. Por ejemplo, aquella persona que desee tener una piel tersa, suave y joven puede comprar un suplemento con alta concentración de colágeno tipo I que reduce arrugas e hidrata la piel.
¿Cuáles son las funciones del colágeno tipo II y tipo III?
El colágeno tipo II está presente en los tejidos cartilaginosos, siendo este su componente principal, aunque también se encuentra en los discos intervertebrales y en diversas etapas embrionarias. Su función consiste en dar resistencia a los tejidos cuando existe presión intermitente. Se usa en tratamientos anticelulíticos y antiarrugas y, además, ayuda a atenuar los signos de la edad.
El colágeno tipo III es el segundo que más abunda. Tiene la capacidad de sujetar los órganos del cuerpo y se encuentra presente en las paredes venosas, tejidos musculares, algunas glándulas del cuerpo, piel y paredes intestinales. La enfermedad de Dupuytren y el Síndrome de Ehlers-Danlos son patologías altamente relacionadas con aquellas personas que presentan déficit de este tipo de colágeno.
Tipos de colágeno IV y V
El tipo de colágeno IV forma parte del sistema de filtrado en los grupos de vasos sanguíneos y vasos capilares que se encuentran en el riñón, los cuales ayudan a eliminar tanto el agua como los desechos sobrantes del cuerpo. También está presente en la lente del ojo o cristalino.
La principal función del colágeno tipo V es la de otorgar elasticidad a los órganos, por lo que se encuentra distribuido por todo el organismo. Forma parte del tejido placentario e intersticial. Se piensa que este tipo de colágeno ayuda a regular el desarrollo de las fibras colágenas.