Lo primero es tener hábitos saludables, entre ellos:
- Evite el fumado: que le podría provocar pequeños accidentes cerebrovasculares, y por ello en algunos casos dañar el cerebro y causar demencia.
- Llevar una equilibrada y sana, libre de grasas y si muy rica en omega 3 y 6, la vitamina E, la vitamina C, vitamina B12 y ácido fólico; todas ellas benefician al cerebro.
- Hacer ejercicio físico regularmente, un mínimo tres veces a la semana.
- Estar en constante actividad mental como leer, estudiar, trabajar, pensar.
Practique estos ejercicios para volverlos parte de la vida diaria:
- Si realiza trabajo en la computadora, trate de accionar el mouse con la otra mano.
- Con el fin de reconocer nuevas texturas y potencializar los sentido, bañese con los ojos cerrados, por lo menos una vez a la semana: sólo con el tacto, localice el jabón, shampoo, ajuste la temperatura del agua, etc.
- Utilizar la mano que usamos menos hábil para escribir, comer, cepillarse los dientes, peinarse, abrir un cajón, manejar el mouse del computador, abrir y cerrar la llave del agua, etc.
- Para ayuda a que los dos hemisferios cerebrales se conecten, hacer ejercicios con los dedos de las manos: unir la yema del pulgar con los demás dedos y repetir varias veces.
- Realizar movimientos cruzados: sientese en una silla, levante la rodilla derecha y tóquela con la mano izquierda, y viceversa. Se aconsejan series de 10 repeticiones.
- Saber donde está todo, la mente construye un mapa y se evita esfuerzos y no es conveniente, por lo que cambie la ubicación de las cosas. - Siempre se aconseja y no es en vano, el hacer crucigramas, rompecabezas, sudokus, juegos que inviten a pensar, cada vez más difíciles, pues igualmente la memoria se acostumbra y hay que forzarla con algo más.
- En la casa donde no haya peligros caminar de espalda.
- Usar el reloj en la muñeca contraria a la que normalmente lo usa.
- Vestirse con los ojos cerrados. - Estimular todos los sentidos, entre ellos el paladar con cosas diferentes.
- Leer en voz alta.
- Ver las fotos o el periódico al revés, de cabeza a abajo.
- Mirar la hora en un espejo.
- Para ir de la casa al trabajo cambiar de ruta.
Más ejercicios? - Cuando mire una película, explique la trama a quien no la haya visto.
- Mentalmente haga las cuentas en el supermercado y luego compárelas con el resultado al pagar.
- Al atender el teléfono trate de reconocer al quien lo llama, antes de que se identifique. Al final del día escriba el nombre de todas las personas que le llamaron.
- Visualmente cuando ingrese a un cuarto lleno de gente, trate de estimar rápidamente cuántas personas hay a su derecha y cuántas a su izquierda.
- Al cenar en un restaurante o en casa de un amigo, trate de identificar que ingredientes utilizaron en el plato que está comiendo. Luego pregunte sus percepciones con el mesero o con su amigo.
Todo lo anterior tiene en común salirse de la rutina, ya que las actividades rutinarias provocan que el cerebro funcione en piloto automático y requiera un consumo mínimo de energía, con el agravante que no hay fabricación de neurotrofinas, que son las que favorecen la memoria, por lo que su producción depende de cuan activas tenga usted las células del cerebro.
Imágenes: Blog Saber que...
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