Posiblemente hayas oído hablar en alguna ocasión de las escaras o incluso conozcas a alguien que las padezca. La intención desde aquí es que sepas qué son, cómo se crean y lo más importante, prevenirlas y tratarlas.
Las escaras o úlceras por presión son lesiones o heridas que se crean en la piel a causa de la presión que realiza el hueso sobre el tejido dérmico de las personas que se encuentran durante un periodo prolongado de tiempo en inmovilizadas, sobre todo en cama o silla de ruedas. En algunos casos pueden llegar a causar graves infecciones. Pueden aparecer en cualquier persona que se encuentre inmovilizada, no dependiendo de la edad en ningún caso.
Escaras
CLASIFICACIÓN SEGÚN GRADOS
Podemos diferenciar las escaras según su gravedad en cuatro grados:
Escaras de grado 1: Se produce un enrojecimiento en una parte de la piel. Hay una decoloración, endurecimiento o incluso puede aparecer dolor. Con este tipo de escaras es muy importante la prevención.
Escaras de grado 2: A causa de ellas, se produce una pérdida parcial del espesor de la piel, llegando a aparecer ampollas en algunos casos. Habitualmente, aparecen como una úlcera abierta no muy profunda rodeada de piel enrojecida.
Escaras de grado 3: Se produce una pérdida total de la piel, quedando visible a causa de ello la grasa bajo ésta, apareciendo una herida abierta. Los huesos o tejidos no se encuentran expuestos. Dependiendo de la zona donde aparezcan, pueden ser menos profundas, como ocurre en la nariz al ser una zona poco adiposa. En otras zonas de mayor adiposidad, como los glúteos, se pueden desarrollar úlceras profundas.
Escaras de grado 4: Tipo de escara más grave. Hay una pérdida total del espesor de los tejidos, quedando con ello visibles hueso y músculo. Al igual que las escaras de grado 3, no son tan profundas en zonas del cuerpo poco adiposas como la nariz. En casos graves pueden llegar a extenderse hasta el músculo o los tendones.
Estadios de escaras
¿CÓMO PREVENIR O TRATAR LAS ESCARAS?
PRODUCTOS ANTIESCARAS
Existen una gran cantidad de productos que se pueden usar en la vida cotidiana para evitar las escaras, entre ellos los más importantes son:
Colchones antiescaras: Se usan en personas que deban permanecer mucho tiempo en cama. Estos colchones de aire antiescaras tienen un sistema de celdas que permite rebajar la presión en las zonas donde es más probable que puedan surgir escaras. Se diferencian según el grado de escaras que se quiera tratar o las necesidades del paciente.
Cojines antiescaras: Indicados para personas que deban permanecer sentados durante grandes periodos de tiempo. Estos cojines antiescaras pueden usarse tanto en sillas de ruedas como en sillones. Existen cojines antiescaras de diversas características, materiales, formas… Los materiales más habituales son gel de flotación, silicona o celdas de aire, todos ellos pensados para distribuir adecuadamente la presión del cuerpo. En cuanto a su forma, los cojines antiescaras son cuadrados o redondos; con o sin agujero, ajustándose a lo que necesite el usuario.
Otros productos antiescaras pueden ser coderas o taloneras. Estos artículos suelen ser complementos de los anteriores y evitan la aparición de escaras en partes del cuerpo especialmente sensibles como brazos o pies. En cuanto a sus materiales, buscan la comodidad total del usuario, por ello se fabrican en poliuretano o foam cubiertos de algodón.
CUIDADO DE LAS ESCARAS
Además de los productos antiescaras, existen otros cuidados complementarios que ayudan a tratar las escaras.
Lo más importante es el cuidado de las zonas de riesgo o ya afectadas por las escaras, aquí te dejamos una serie de consejos:
– Para escaras de grado 1 nuestras recomendaciones son realizar cambios posturales en el paciente y aplicar aceites con ácidos grasos hiperoxigenados favorece el cuidado de estas escaras. Todas estas medidas son preventivas para que estas escaras no aumenten su grado de gravedad.
– En escaras de grado 2, además de las recomendaciones anteriores dados, deberás de cuidar muy bien la higiene de la zona afectada. Puedes aplicar suero fisiológico para su limpiado, además de la aspiración de la ampolla y la eliminación de su techo. También es habitual aplicar apósitos hidrocoloides para ayudar a la limpieza y cicatrización de la úlcera.
– Las escaras de grado 3 y 4 tienen cuidados similares al ser las más graves. En primer lugar, para su limpieza se debe usar suero fisiológico y secar solo las zonas de los márgenes de las heridas para evitar daños mayores.
Si aparece infección (algo habitual en estos tipos de escaras) debido a bacterias colonizadoras de la piel. Lo mejor en estos casos es realizar controles mediante cultivo en el caso de se aprecien signos de infección como fiebre o retraso en la curación de la úlcera. Según el resultado del cultivo, se deben aplicar los antibióticos específicos. Los antibióticos tópicos (cremas) o apósitos con plata ayudarán a controlar la cantidad de bacterias y el mal olor proveniente de la herida. No es recomendable que uses de forma continuada de antisépticos tópicos (agua oxigenada o povidona yodada) ya que pueden tener efectos nocivos en los nuevos tejidos.
Para favorecer la cicatrización de la úlcera, es muy importante eliminar el tejido muerto. Para ello hay dos formas:
– Usando pomadas con enzimas proteolíticos (es más lento, pero causa menos dolor)
– Usando medios quirúrgicos, como pinzas o bisturí. Este método debe realizarlo personal con formación para ello, ya que puede llegar a ser doloroso para el paciente.
Por último, para ayudar a la formación de nuevos tejidos en la zona afectada debes usar apósitos que controlen la cantidad de exudado para que sea la justa en ambientes húmedos (hidrogeles, hidrofibras…)
HÁBITOS Y CONSEJOS
Otros hábitos y consejos que te damos están relacionados con la alimentación y la corrección postural:
Es importante una buena alimentación. Algunos alimentos ricos en proteínas pueden ser carnes bajas en grasas (pollo o pavo), huevos, leche y derivados (quesos), legumbres o pastas. Los alimentos ricos en Vitamina C, como por ejemplo pimientos, naranjas o fresas también ayudan en el tratamiento y la regeneración de la piel.
Realizar cambios de postura en la que nos sentamos o tumbamos es muy importante para combatir las escaras. Se recomienda realizar cambios cada 3 o 4 horas, siempre recibiendo ayuda para hacerlo.
Por último, lo más importante en el caso de sufrir escaras es el no desanimarse ni deprimirse, ya que es algo muy común que surjan en muchos casos. Sigue nuestros hábitos y recomendaciones y podrás prevenir o tratar las escaras sin problemas.
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