En España, según datos de la Sociedad Española de Alergología, una de cada cuatro personas padece algún trastorno alérgico. Las frutas son las culpables de provocar el 44,7% de las alergias en el total de la población, estando 10 puntos por encima de los frutos secos, los mariscos y los pescados.
¿Qué es la alergia?
La alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo. Esas sustancias pueden penetrar por el aparato digestivo (alimentos, medicamentos), por el aparato respiratorio (inhalantes), absorbidas por la piel (contactantes), o atravesando la piel (inyecciones, picaduras). El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas. Las personas sin alergia también las reconocen como extrañas, pero su organismo las neutraliza sin dañarse a sí mismo. Esta afección que se da principalmente en los países desarrollados, está previsto que aumente a medio y largo plazo.
¿Qué causa el aumento de su aparición?
Una de las principales causas es la genética, la alergia se puede heredar. Otro motivo son las vacunas y antibióticos y una mayor higiene en nuestro día a día. Esto ha contribuido a la disminución de la mortalidad de la población, y a que el sistema inmunológico haya virado hacia una respuesta alergológica por haber dejado de combatir contra las infecciones. Nuestro cuerpo ha pasado a defenderse de sustancias como el polen, los ácaros del polvo y los alimentos.La contaminación de las ciudades, los aditivos en la comida y el humo del tabaco, los mejores amigos de la alergia
La contaminación, sobre todo, de las grandes ciudades, crea un efecto invernadero donde constantemente estamos respirando un aire perjudicial y más irritante de lo normal. Además, los vehículos de diesel desprenden unas partículas que recubren al polen y lo hacen cada vez más alergénico.
También hay que tener precaución con el humo del tabaco, el cual aumenta la posibilidad de desarrollar alergias respiratorias. Los menores son los más afectados en este caso, desarrollando una gran cantidad de asma. Por lo que mejor mantenerlos alejados de este humo.
Por último, cualquier alimento puede comportarse como un alérgeno. Así, la alergia se produce (en la mayoría de los casos) por consumir determinados alimentos con bastante frecuencia. Alimentos, que dependerán de los hábitos de consumo de la población en la que nos encontremos.
Aunque, sin duda, el mayor problema lo encontramos en los aditivos artificiales que se añaden a los alimentos que compramos. Se utilizan para una mayor o mejor conservación o como saborizantes, aromatizantes, antioxidantes y emulsionantes. Y muchos de ellos provocan reacciones similares a las reacciones alérgicas por alimentos.