Para realizar este estudio, los investigadores contaron con 300.000 adultos entre 2011 y 2015. El resultado final es que el riesgo de padecer pérdida auditiva neurosensorial en personas con este tipo de anemia es un 82% mayor que para alguien que no sufre este déficit de hierro en la sangre. Por su parte, las probabilidades de sufrir una pérdida de audición mixta, es decir, la pérdida de audición neurosensorial y la conductiva, es del 240% mayor que en personas sin anemia.
El principal motivo de este resultado es que la anemia ferropénica también puede afectar al funcionamiento de las células e incluso matarlas, lo que provocaría sordera o pérdida auditiva si afecta a las células pilosas del oído interno. Los investigadores del estudio insisten en que este estudio tan sólo muestra la conexión entre la pérdida de audición y la anemia y resaltan que no confirma que una cause la otra.