Esta técnica tiene el potencial de mejorar un procedimiento quirúrgico de alta complejidad. Jefrey Hirsch, responsable de la investigación, señala al respecto que "los huesecillos son estructuras muy pequeñas y se cree que una de las razones por las que la cirugía tiene una tasa de fracaso alta se debe al tamaño incorrecto de las prótesis. Si se pudiera diseñar una prótesis a medida con una ajuste más exacto, entonces el procedimiento debería tener una mayor tasa de éxito ".
Los investigadores emplearon una impresora 3D convencional y obtuvieron imágenes de los huesos dañados a partir de tomografías. Luego imprimieron las prótesis necesarias para tratar la pérdida de audición, hechas de una resina que se endurece cuando se expone a la luz del láser ultravioleta. Cada una de las prótesis tenía medidas únicas. Al probarlas encajaban de modo perfecto en los pacientes.