Y lo curioso es que unas veces notamos cómo los dolores desaparecen de manera espontánea, mientras que en otras ocasiones el dolor persiste durante días y días y no hay manera de remitirlo.
Pues todo tiene una explicación. Además de la influencia que tienen en una lesión los factores puramente clínicos, lo cierto es que otros factores sociales y emocionales también influyen, y mucho, en el proceso de recuperación y rehabilitación de un paciente.
Veamos de qué manera podemos actuar en estos casos para tener una recuperación más corta:
Factores sociales
El apoyo (o la falta de apoyo) que tenga el paciente, la confianza que deposita ante el fisioterapeuta profesional que le trata o los factores laborales, como el temor a la pérdida del empleo o el ambiente que exista en el trabajo, son determinantes en el proceso de recuperación de una lesión.
Factores emocionales
Por otro lado, los factores emocionales o psicológicos también son muy relevantes cuando uno sufre una lesión o un dolor muscular. Los nervios, la preocupación o su actitud ante la lesión, influyen directamente en cómo nuestro cuerpo reacciona ante un problema.
Con todo esto, ¿qué podemos hacer para propiciar una pronta recuperación?
En primer lugar, es importante que pidamos asesoramiento en nuestra clínica de fisioterapia al fisioterapeuta que nos está tratando y le preguntemos todas nuestras dudas con la finalidad de resolver todas nuestras incógnitas.
También podemos preguntar en nuestro centro de fisioterapia sobre el tipo de actividades que podemos realizar en relación con nuestra lesión en concreto. Es importante mantenernos activos pero siempre con seguridad, llevando a cabo movimientos y ejercicios que sepamos que no van a perjudicarnos en ningún caso.
Con una buena actitud, actividades que nos evadan y confianza en nosotros mismos y en las personas, profesionales de la fisioterapia, que nos tratan, conseguiremos una recuperación más rápida.