1. ¿Cuáles son las funciones de la piel?
La piel es el órgano más extenso y pesado de nuestro cuerpo. Está formada por tres capas: la epidermis (la superior), la subcutánea y la dermis. Todas ellas son necesarias para protegernos y para garantizarnos un buen estado de salud. Además, en ocasiones, su apariencia nos revela enfermedades o disfunciones de otras partes de nuestro sistema. Como ya hemos mencionado, su principal función es protegernos de los ataques externos, pero también tiene otras competencias de suma importancia:
1. Regulación de la temperatura: la piel es esencial para mantener nuestro cuerpo en la temperatura adecuada, ya que el ser humano no puede alcanzar temperaturas ni muy altas ni muy bajas. Si, por ejemplo, tenemos mucho calor, eliminará parte de él con el sudor.
2. Inmunidad: trabaja de manera conjunta con nuestro sistema inmunitario para luchar contra las bacterias, los virus... y evitar que enfermemos.
3. Movilidad y crecimiento: cuidar nuestra piel garantiza que tenga una buena elasticidad y por tanto, que podamos crecer y desarrollarnos correctamente.
4. Excreción: nuestro cuerpo necesita expulsar las toxinas, los residuos... y la piel permite eliminar algunos de ellos como la urea, el ácido úrico o el amoniaco.
5. Mantener la hidratación: la piel está formada por un 70% de agua y gracias a ella, puede regenerar sus células correctamente. Por tanto, una buena hidratación garantiza que nuestras heridas cicatricen antes y previene la aparición de arrugas.
6. Sentir: cuenta con terminaciones nerviosas que son las encargadas de que podamos sentir el frío, el calor, el dolor...
2. Rutina para una piel perfecta
1. Cara La piel de la cara es, quizá, la que más sufre debido a su mayor exposición y, en el caso de las mujeres, al uso de maquillaje. Por eso, es importante tener una buena rutina que garantice su limpieza, hidratación y protección de los rayos solares. El no hacerlo producirá impurezas y acné, ojeras marcadas, un envejecimiento prematuro y, en general, que no tenga luminosidad y vitalidad. A continuación, os proponemos una serie de hábitos muy sencillos para que cuidéis vuestra piel tanto por la mañana como por la noche.
También, es importante exfoliar la cara, ya que eliminaremos las células muertas y conseguiremos que nuestro rostro tenga un mejor aspecto. Además, la exfoliación ayuda a prevenir el envejecimiento.
Pero... ¿cada cuánto hay que realizar este proceso?
- Pieles secas: una vez a la semana
- Pieles grasas: entre 1 y 2 veces por semana
- Pieles sensibles: cada 10 días
- Pieles con acné: es mejor no hacerlo para evitar irritarla
No hace falta comprar un exfoliante, podéis hacerlo vosotros mismos con ingredientes naturales:
2. Cuerpo
No debemos olvidarnos de la piel del resto del cuerpo. Para mantenerla sana y saludable, debemos:
- Usar jabones suaves: si son demasiado fuertes pueden irratar la piel y dejarla seca.
- Ducharse con agua templada: el agua caliente hace que la piel se deshidrate con más facilidad.
- Secarse con suavidad: hay que secarla con pequeños golpecitos para que no se irrite.
- Hidratación diaria: usar crema corporal todos los días después de la ducha.
- Beber mucha agua: aproximadamente 8 vasos de agua al día.
Además, una vez a la semana podéis aplicaros mascarillas corporales naturales que os ayudarán a revitalizarla. Os dejamos una de ellas:
No debemos descuidar nuestra piel, ya que es fundamental para que tengamos un buen estado de salud. Así que, ¡ya sabéis! Seguid estos pasos para protegerla y que esté perfecta.
Fuentes:
Sanitas
Importancia: una guía de ayuda
Cómo funciona qué
La Roche-Posay