Aunque sea un deporte que siempre ha existido, se ha puesto de moda como consecuencia de la obsesión de la gente por hacer deporte y han nacido así el running y los runners, comúnmente conocidos como salir a correr y corredores, pero que dicho en inglés parece que tiene más caché. Además, ahora se ha modernizado tanto que no eres nadie si no tienes unas zapatillas último modelo, un reloj que te controle hasta lo que sudas y unos cascos que se conecten con el espacio si hiciera falta.
Pero bien, runners del mundo, no hace falta dejarse el sueldo para correr. Simplemente basta con que el material que os compréis sea bueno y se adecúe a vuestras necesidades, lo que no significa que os gastéis una pasta, ya que existen tiendas que tienen gran variedad de modelos y precios.
Una vez habéis decidido que queréis empezar a correr, lo siguiente que deberéis comprar es el material.
El mayor desembolso que hagáis debe ser en las zapatillas, ya que cuando corréis, el peso que soporta el pie se multiplica por 6 respecto al que soporta normalmente y una mala elección os podría ocasionar serias lesiones. Lo mejor es que elijáis unas que posean buena amortiguación. Como diría Vicente Sánchez, entrenador de atletismo, "las zapatillas son al corredor lo que los neumáticos son al coche"
Cuando ya os habéis comprado las zapatillas, lo siguiente es la ropa. En principio, para verano bastaría con una camiseta de manga corta, si es posible transpirable, y unas mallas o pantalones cortos. Si por el contrario, cuando toméis la decisión estáis en invierno, un chubasquero, una camiseta térmica o un cortavientos son elementos indispensables. Además, podéis elegir si seguir con las mallas cortas o comprarnos mejor unas largas.
Una vez tengáis el material, ya podéis empezar a correr. Es importante que os lo toméis con calma y paciencia. No queráis realizar un gran esfuerzo el primer día, porque os puede provocar lesiones como sobrecarga o tendinitis.
El primer día es una toma de contacto y no debéis llevar vuestro cuerpo al límite. Un buen truco para saber si el ritmo es el correcto es ver si podéis hablar durante el entrenamiento. Además, en estos primeros entrenamientos se alternará correr y andar. Poco a poco iréis progresando y seréis capaces de aguantar más tiempo en carrera continua, hasta que llegue un momento en que podáis correr durante 30- 40 minutos seguidos.
Obviamente, aparecerán las temidas agujetas al día o dos días siguientes, pero no sufráis ni desistáis, con el tiempo desaparecerán y dejaréis de sufrirlas. Para reducir la posibilidad de tenerlas, os recomendamos que os iniciéis por superficies llanas y evitéis las subidas y bajadas pronunciadas, ya que aumentan el riesgo de padecerlas.
Otro punto que tampoco podemos olvidar a la hora de ponernos a correr es estirar. Antes de empezar realizad movilizaciones circulares de tus articulaciones para prepararlas antes de realizar un esfuerzo y, además, estirarad ligeramente los músculos antes de comenzar. Otra opción es realizar una pequeña tanda de 5 minutos de carrera muy suave.
Una vez hayáis acabado vuestro entrenamiento debéis parar paulatinamente, es decir volver a la calma de forma regresiva. Tras esto, realizaréis unos estiramientos que permitan al músculo volver a su posición natural. Deben de ser suaves para no dañar al músculo.
Por último, deciros que el descanso es tan importante como el entrenamiento. Descansar aumenta el rendimiento la próxima vez que salgáis a correr y además, reduce el riesgo de sufrir lesiones por sobrecarga. Lo ideal es que salgáis tres días a la semana y alternarlos con descansos, de esta forma, vuestro cuerpo se recuperará bien. Pero si no podéis salir 3 días, es importante que al menos salgáis 2. Por debajo de esta cifra la evolución será demasiado lenta y no conseguiréis una buena progresión.
Para acabar, te proponemos un entrenamiento modelo, pero recuerda que siempre debéis adaptarlo a vuestra forma física y necesidades.
Si seguís estos consejos podréis convertiros en un runner profesional. ¡Nos vemos en la calle!