El aceite de laurel tiene propiedades antisépticas, antibióticas y analgésicas. Huele bien y se puede aplicar para fines asociados a la belleza o para aliviar múltiples dolencias cotidianas donde siempre es útil la medicina natural.
Los beneficios son los siguientes:
Relaja los músculos
El aceite de laurel es, ante todo, un poderoso relajante muscular. Su acción vasoconstrictora favorece tanto la contracción como la relajación del impulso nervioso además de regular la circulación sanguínea.
Baja la fiebre
Cada vez que tengas un resfriado, no dudes en hacerte vahos con aceite de laurel o aplicar cataplasmas humedecidas con este remedio sobre el pecho.
El aceite de laurel ayuda a reducir las infecciones asociadas con los resfriados.
Regula la temperatura corporal y favorece la sudoración.
Antibiótico
Este aceite nos puede ayudar a inhibir el crecimiento de muchos tipos de microbios, bacterias y hongos.
Puedes limpiar heridas pequeñas, quemaduras, rozaduras o cualquier herida con este aceite.
La piel
Este aceite es rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, propiedades que favorecen el cuidado y la salud de nuestra piel.
No podemos olvidar sus beneficios antiinflamatorios y antimicrobianos, que mantienen la piel bien limpia y libre de esos tóxicos que tienden a envejecer y dañar la epidermis.
Cabello
Actúa como remedio natural para combatir la caspa.
Favorece la circulación sanguínea del cuero cabelludo estimulando el crecimiento del cabello.
Puede acabar con los piojos.