Las personas pueden presentar síntomas al dejar de fumar y esto es completamente normal tomando en cuenta que los cigarrillos son considerados drogas y por consiguiente generan adicción. Al abandonar cualquier tipo de hábito nocivo de forma súbita, se presentará un síndrome de abstinencia que se refiere a un conjunto de alteraciones físicas y psíquicas.
Aunque la persona abandone el hábito de fumar progresivamente, de igual manera presentará algunos síntomas, los cuales pueden combatirse tomando ciertas medidas. Se debe tener en cuenta que el fumar constituye una verdadera adicción y que por lo tanto es difícil dejar de hacerlo.
Pero la mejor decisión que puede tomar una persona fumadora es abandonar el hábito independientemente de los síntomas que puede desarrollar posterior a esto ya que las consecuencias de fumar, tanto para la salud como para el estilo de vida son altamente perjudiciales.
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Síntomas al dejar de fumar:
Hay diversos síntomas que se pueden presentar al abandonar el cigarrillo y en conjunto constituyen un síndrome de abstinencia.
Cuando una persona deja de fumar, la mayoría de los síntomas de abstinencia alcanzan su máximo en las 24-48 horas siguientes. Estos disminuyen gradualmente a lo largo de 2-3 semanas.
Aún así, hay otros síntomas que persisten durante meses o incluso años, como es el deseo de fumar. Este deseo de fumar se ve intensificado por situaciones desencadenantes.
Entre los síntomas más comunes están:
1.- Risa y alegría incontenibles:
Este síntoma puede sonar bastante raro, pero puede presentarse.
Uno de los motivos por lo que las personas fuman es para apartarse un poco de la realidad y sus problemas, obteniendo una sensación placentera al fumar.
Pero algunas veces no sólo se reprimen emociones negativas sino también positivas.
Por lo que al dejar de fumar, se puede presentar un estado de bienestar y ligereza que se manifiesta por risa inesperada.
2.- Hambre:
Es algo completamente normal que al dejar de fumar, el apetito se incremente.
Esto se debe al hecho de que se puede notar con mayor claridad el aroma y el sabor de las comidas.
La sensación de hambre puede deberse al proceso de adaptación por parte del organismo, especialmente del estómago. Se debe recordar que al tragar saliva cargada de nicotina, se aporta una sensación de plenitud.
Con este síntoma se debe tener mucho cuidado, ya que las personas suelen incrementar la ingesta de comidas, sobre todo de alimentos no saludables y dulces. Esto pudiera llevar a que ganen peso en exceso e incluso, se puede llegar a la obesidad.
3.- Llanto y aflicción:
Este es uno de los síntomas al dejar de fumar que pudieran presentarse, sin embargo, no todos pasan por él.
Suele ser producto de un cierto periodo de luto que se presenta al abandonar el hábito tabáquico.
También pueden deberse al haber reprimido sentimientos de tristeza durante mucho tiempo, por lo que es una forma de liberarlos.
4.- Estreñimiento:
Puede presentarse como respuesta a la falta de nicotina.
Se debe recordar que la nicotina es un estimulante, por lo que uno de sus efectos es estimular el metabolismo. Entre ellos destaca el aceleramiento del tránsito gastrointestinal.
Si la misma está ausente, el tránsito gastrointestinal puede verse enlentecido.
5.- Enojo:
Este es un síntoma bastante frecuente y no se debe en sí al abandono del hábito tabáquico.
El fumar se usa como una medida para manejar la cólera y ahora que ya no hay nicotina se debe buscar otra manera de lidiar con las emociones negativas.
6.- Sudor:
Se debe al proceso de eliminación por parte de del organismo para deshacerse de elementos tóxicos.
Es decir, es el reflejo de que el cuerpo se está limpiando de todos los tóxicos que se encuentran presentes en el cigarrillo.
En vista de que el organismo se encuentra trabajando, se refleja como sudor.
7.- Irritabilidad:
Otro síntoma psíquico que puede presentarse a abandonar el cigarrillo.
Se debe al hecho de dejar el cigarro y así abandonar la sensación placentera que aporta.
Por lo que muchas cosas resultan molestas, hasta las más insignificantes.
8.- Mareos y aturdimiento:
Se asocian a la disminución de la cantidad de monóxido de carbono en el organismo.
Se manifiesta como mareos y un ligero dolor de cabeza.
En relación con esto, puedes leer: Efectos del monóxido de carbono del humo de tabaco.
9.- Somnolencia:
Este es otro de los síntomas al dejar de fumar que pueden llegarse a manifestar.
Al abandonar el tabaco se pueden presentar grandes ganas de descansar durante el día.
Sólo refleja que el organismo se está adaptando a la falta de estimulación proporcionada por la nicotina.
10.- Comezón:
Más que comezón es una sensación de hormigueo que se puede presentar en manos, pies y cuero cabelludo.
Esto es algo bueno, ya que significa que el cuerpo está recuperando su circulación normal.
Mientras las personas fuman, uno de los efectos negativos es la disminución de la circulación lo que acarrea grandes problemas de salud.
11.- Insomnio:
Este es un síntoma transitorio que puede llegar a presentarse.
Aunque la persona esté cansada, el conciliar el sueño le resultará un poco difícil.
12.- Otros síntomas:
Ansiedad: Este es un síntoma que puede presentarse con frecuencia al abandonar el hábito tabáquico. Se relaciona principalmente con la falta de nicotina en el cuerpo, el cual siente la necesidad de ella.
Aumento de peso: Esto se relaciona con el hambre que ahora se presenta, además de que es una forma de calmar la ansiedad. Se sustituye una adicción oral por otra similar.
Aproximadamente la mitad de las personas que dejan de fumar presentan al menos cuatro de los síntomas previamente descritos. Otras no presentan muchos síntomas, pero esto también se relaciona con el número de cigarrillos que consumían y el tiempo que tenían con el hábito. Los síntomas suelen ser más intensos durante la primera semana, ya luego son más manejables y disminuyen progresivamente.
Observa el siguiente vídeo para saber más sobre los síntomas al dejar de fumar:
¿Por qué ocurren los síntomas al dejar de fumar?
Ya previamente se describieron los síntomas al dejar de fumar que puede presentar una persona, sin embargo, también es importante saber por qué ocurren.
En especial se debe a la disminución de los valores de nicotina en sangre. La nicotina es uno de los componentes del cigarrillo y es la sustancia más adictiva que se encuentra en ellos.
Normalmente, sus valores en sangre permanecen por dos horas, posterior a lo cual se presentan síntomas de su bajo consumo.
Cuando la persona deja de fumar o no lo hace igual que antes, el organismo pasa por un proceso de adaptación.
Es así como se presentan los síntomas al dejar de fumar y sólo reflejan que el cuerpo se está acostumbrando a no tener nicotina circulando por la sangre.
Aunque el proceso de adaptación resulta desagradable, esto es algo pasajero. Es importante tener en cuenta que ninguno de los síntomas es grave y que no ponen en peligro la vida de la persona.
¿Cómo combatir los síntomas que se presentan al dejar de fumar?
Como ya se explicó previamente, los síntomas al dejar de fumar son transitorios y no perjudiciales para la vida, sin embargo, es importante combatirlos para garantizar que la persona no recaiga en el hábito de fumar para evitarlos. Según el síntoma que presente la persona, las medidas a tomar variarán.
1.- Risa y alegría incontenibles:
Si una persona llega a presentar estos síntomas, no necesita combatirlos sino disfrutar plenamente de ellos conforme se vayan presentando.
El compartir estas emociones positivas con la familia es muy beneficioso.
2.- Llanto y aflicción:
Lo más importante para combatir estos síntomas es aceptar que quizás la persona llevaba mucho tiempo reprimiéndolos.
Para poder superarlos es importante que la persona se desahogue y esto debe hacerlo en un lugar en donde se sienta segura.
Se debe intentar no liberar estas emociones en público porque pueden provocar vulnerabilidad.
Una forma de eliminar sentimientos depresivos es planear una salida con un amigo al cine, el teatro u otra actividad que resulte placentera.
No es normal que este tipo de emociones persistan por más de un mes, de ser así, se debe visitar a un médico.
3.- Enojo:
Lo ideal para combatirlo es encontrar formas constructivas de liberarlo.
El realizar ejercicios es una buena alterativa, además de que ellos también ayudan a disminuir la ansiedad.
Hay otras personas que prefieren hablar de la situación para liberar el enojo y también es una alternativa válida.
4.- Irritabilidad:
La persona que presente irritabilidad después de abandonar el hábito tabáquico debe recordarse las ventajas de haberlo hecho.
Además, se debe refugiar en el hecho de que tuvo la suficiente fuerza para dejar una adicción.
Tomarse las cosas que resulten molestas con más calma y serenidad.
5.- Somnolencia:
Durante el día practicar ejercicios y aprovechar las horas de energía.
Armar planes para dormir, especialmente durante las noches, por lo que se puede plantear dormir más temprano.
6.- Insomnio:
Este es uno de los síntomas al dejar de fumar que pueden presentarse y que resulta bastante molesto.
Antes de acostarse, practicar ejercicios de respiración profunda y técnicas de relajación; de esta manera será más sencillo conciliar el sueño.
Otras medidas que ayudan son tomar un té, un baño caliente o un vaso de leche tibia antes de irse a dormir.
En el caso de que el insomnio persista a pesar de estas medidas, debes acudir con un médico.
En relación con esto, puedes leer: 5 fáciles trucos para combatir el insomnio.
7.- Comezón:
El realizar ejercicio de forma progresiva ayudará con la sensación de hormigueo en las piernas.
De todas maneras, si la persona presenta este síntoma, es importante que acuda con un médico para que realice estudios. Como una ecografía doppler, con la cual se puede visualizar la circulación venosa y arterial.
8.- Mareos y aturdimiento:
Realizar ejercicios durante el día ayuda con ambos síntomas.
Si los mareos son muy molestos, el realizar respiraciones profundas es muy útil.
En el caso de que se presente cefalea que sea persistente, entonces un analgésico convencional puede ayudar.
Si estos síntomas se llegan a prolongar por mucho tiempo y no mejoran, se deberá acudir con un médico.
9.- Sudor:
Una solución muy sencilla es tomar abundantes líquidos durante el día.
10.- Estreñimiento:
Para promover el tránsito gastrointestinal se deben consumir alimentos ricos en fibras como granos, frutas y frutos secos.
En conjunto, tomar abundante agua.
Si sólo se consume fibra y no se toman líquidos, se estará favoreciendo el estreñimiento.
No se deben consumir laxantes excepto si un médico indicó su uso.
11.- Hambre:
Este es uno de los síntomas al dejar de fumar más frecuentes y que debe combatirse para evitar el sobrepeso.
El tomar agua provoca una sensación de saciedad que aunque pasajera, puede ayudar a controlar el síntoma.
Otra medida que ayuda es el tener refrigerios saludables siempre a mano, como: Almendras, pasas y otros frutos secos. Ellos aportan saciedad y no promueven la ganancia de peso ni de grasa.
12.- Ansiedad:
Este es uno de los síntomas al dejar de fumar que cuesta más trabajo combatir, pero no es imposible. Esto se debe al hecho de que el cuerpo está sumamente acostumbrado a la nicotina y seguirá pidiendo más, incluso después de haber abandonado el hábito.
El poder vencer la ansiedad por la nicotina toma tiempo, lo bueno es que generalmente las ansias solo duran poco tiempo, es decir, no es algo que esté presente durante todo el día.
Sin embargo, es importante tener en cuenta y recordarse que las ansias pasarán y que poco a poco serán más manejables.
Se deben evitar las situaciones incitantes para fumar.
Siempre se debe buscar un sustituto para fumar, es decir, mantener la boca ocupada para disminuir la ansiedad. Entre los alimentos que se recomiendan están: Caramelos duros, tiritas de zanahoria, chicles sin azúcar, encurtidos, manzana, apio, frutos secos y pasas.
Cada vez que se presenten las ansias, realizar el siguiente ejercicio: Inhalar hondamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca, esto se debe repetir al menos 10 veces.
Si luego de un período de seis meses sin fumar, las ansias por la nicotina persisten, entonces es hora de visitar un médico.
13.- Aumento de peso:
Este es un síntoma al dejar de fumar que se presenta frecuentemente en personas que no manejan adecuadamente la ansiedad.
Para combatirlo lo mejor que se puede hacer es realizar actividad física regular y consumir alimentos saludables.
Es bueno consultar con el médico acerca de algunos fármacos que ayudan a controlar la ansiedad.
Los sustitutivos de nicotina como los chicles pueden ser muy beneficiosos en este aspecto.
Fases del abandono del cigarrillo:
Todas las personas que desean dejar de fumar pasan por unas fases del abandono del cigarrillo, las cuales no necesariamente se cumplen por completo, sin embargo, es una secuencia. Hay algunas personas que se detienen en alguna de ellas y el proceso del abandono del tabaco no se completa.
Las fases del abandono del cigarrillo son:
1.- Fase de pre contemplación:
Se encuentran aproximadamente del 30-35% de todos los fumadores.
Esta fase se caracteriza porque los fumadores no desean dejar de fumar y ni siquiera se lo han planteado.
Esto sucede porque los pros para seguir fumando superan los contras de dejar de hacerlo.
2.- Fase de contemplación:
Se encuentran entre el 60-70% de todas las personas que fuman.
Son aquellos fumadores que en oportunidades anteriores han intentado abandonar el hábito pero no lo han logrado del todo.
En cada intento han sufrido síntomas al dejar de fumar que incluyen algunas alteraciones psíquicas y físicas, lo que pudiera dificultar el proceso del abandono del hábito.
Aunque se muestren desesperanzados y frustrados con la idea de dejar de fumar, se lo plantean como una posibilidad a futuro.
Lo que implica que aún no se atreven a fijar una fecha.
3.- Fase de preparación:
Sólo se encuentran del 5-10% de todos los fumadores.
Esta fase se caracteriza porque la persona está dispuesta a hacer un intento serio de abandonar el hábito.
Se plantean fechas límites cortas de 15-30 días. Por lo que es contrario a la fase de contemplación porque en este caso, si se fija una fecha meta.
4.- Fase de acción y mantenimiento:
Se refiere a aquellos fumadores que están haciendo un intento de dejar de fumar y llevan menos de 6 meses sin hacerlo.
Hay una alta probabilidad de recaída en esta fase, por lo que aún no se conoce como abandono total de hábito tabáquico.
A pesar de que luego de los seis meses las probabilidades de recaídas siguen siendo altas, son menores y disminuyen drásticamente.
Cuando el exfumador superar los seis meses al dejar de fumar, entonces se dice que está en fase de mantenimiento.
¿Cuáles son las situaciones incitantes para fumar cigarrillos?
A pesar de que los síntomas de abstinencia pueden resultar muy molestos, muchas veces las personas no recaen en el hábito por ellos sino porque se exponen a situaciones que incitan a fumar, como son:
1.- Estar en compañía de fumadores:
Para combatir esto, lo mejor es limitar el contacto con fumadores, especialmente en las primeras semanas luego de haber abandonado el hábito.
No comprar, cargar o encender cigarrillos para otras personas.
En el caso de que la persona se encuentre en un grupo y que alguien comience a fumar, lo mejor es retirarse mientras lo hace.
No permitir que otras personas fumen en la casa.
Pedir a los allegados que ayuden en el proceso por ejemplo no fumando cerca ni pidiendo que consigan cigarrillos por ellas.
2.- Comenzar el día:
Muchas personas apenas despiertan, lo primero que hacen es encender un cigarrillo, por lo que aparte de la ansiedad como uno de los síntomas al dejar de fumar, el comenzar un día es incitante para fumar pero puede combatirse de la siguiente manera:
Planificar una rutina diferente al despertarse de manera que se pueda desviar la atención del fumar.
Asegurarse de que no hay cigarrillos cerca.
Antes de acostarse, realizar una lista de cosas que debe evitar en la mañana que harán que quiera fumar. La lista se debe colocar en donde antes se colocaban los cigarrillos.
Empezar el día con una actividad que dure al menos una hora, una opción es el ejercicio.
Al despertarse, tomar uno o dos vasos de agua.
3.- Sentir tensión o presión:
Muchas personas fuman para aliviar presiones de sus vidas, por lo que al dejar de hacerlo, se sentirá la necesidad de nicotina cada vez que se esté en tensión, para combatirla se recomienda:
Identificar qué ocasiona tensión durante el día como pueden ser el trabajo, los hijos, el dinero, tráfico, entre otros.
Además también se debe aprender a detectar las manifestaciones producto de la tensión como la cefalea, dificultad para dormir o nerviosismo.
Luego, ya se pueden planificar estrategias para cada causa.
Buscar períodos de tranquilidad durante el día, es decir, dedicarse aunque sea una hora para relajarse.
Las técnicas de relajación son muy útiles, al igual que practicar yoga.
4.- Estar dentro de un carro:
Hay personas que fuman mientras van en autos para relajarse cuando hay tráfico, disminuir la tensión luego del trabajo o para mantenerse alerta en un viaje largo. Algunas medidas para evitar fumar en el carro son:
Retirar los cigarrillos, el yesquero y el cenicero del carro.
Tener en el carro golosinas bajas en grasa.
Limpiar el auto y usar ambientadores que desaparezcan el olor a cigarrillo.
Pedir a los pasajeros que no fumen en el carro.
En el caso de no ser conductor, mantener las manos ocupadas.
5.- Otros:
Tomar café o té.
Sentir aburrimiento.
Disfrutar de una comida.
Tomar bebidas alcohólicas.
En general, las situaciones incitantes son aquellas que producen en la persona un deseo de fumar, siendo las principales: Quehaceres de la vida diaria, sentimientos, lugares y estados de ánimos. Lo bueno es que al igual que los síntomas al dejar de fumar, los incitantes también pueden combatirse.
Los síntomas al dejar de fumar son sumamente molestos y pueden condicionar que la persona que está abandonando el hábito, recaiga. Ellos se deben a procesos adaptativos del cuerpo a la falta de nicotina, por lo que siempre se van a presentar y no son perjudiciales para las personas a menos de que se vuelvan persistentes y no disminuyan con el pasar de los días.
Por fortuna se pueden tomar medidas muy sencillas para poder combatirlos, entre las más comunes están el realizar actividades físicas durante el día, mantener una alimentación saludable que incluya grandes ingestas de líquidos y el manejar las emociones negativas que pudieran llegar a presentarse.
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