Fuente: Integra Salud Talavera
Con la llegada del verano nuestros pies están más expuestos, como consecuencia, tenemos que cuidarlos especialmente, eso nos recomienda la podóloga Inés Palomo.
La sequedad en talones, talones agrietados, ampollas, rozaduras, infecciones cutáneas y las quemaduras solares, son los problemas propios de esta época del año.
En ésta época prolifera el uso de chanclas y calzado abierto (sandalias, manoletinas, etc.). Este calzado, que se caracteriza por ser ligero e inestable debido a su poca sujeción, está indicado para su uso en piscinas, playas y espacios públicos, pero puede tener consecuencias negativas si se usa de forma prolongada.
Las sobrecargas musculares, exceso de sudoración, rozaduras, ampollas, cortes, callos, durezas, sequedad en talones, dolores en los pies para evitar que la chancla se escape, son algunos de los problemas que pueden causar su uso prolongado.
Por todo ello y desde un punto de vista podológico, se pueden dar unas recomendaciones para disminuir las consecuencias negativas de este calzado:
No usar de manera continua.
Usar por terrenos sencillos y llanos
Utilizar chanclas con agarres en talones y tobillos
Usar calzado cómodo y transpirable de material flexible. Con suela antideslizante para evitar resbalones
Reducir el exceso de sudoración mediante el uso de calcetines o medias de fibras naturales o productos recomendados por su podólogo que regulan la transpiración.
No compartir calzado o toallas
Evitar andar descalzos por espacios públicos (piscina, gimnasio, etc.)
Secar los pies cuidadosamente especialmente entre los dedos
Hidratarse los talones para evitar las grietas y sequedad que provoca el calzado abierto y si es necesario eliminar las durezas mediante lima antes de la hidratación.
Artículo original escrito por:
Inés Palomo Fernández
Podóloga
Talavera de la Reina
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