Una de las preguntas frecuentes que suelen hacerse los portadores de catéteres ureterales, concretamente de catéteres doble jota, es el tiempo que pueden llevarlo en el cuerpo sin que esto devengue en un perjuicio mayor que los “simples” síntomas de portarlo en tiempo.
Lo primero es afirmar categóricamente que cada caso es distinto, no es lo mismo portar el doble jota por un tumor, que por cálculos renales, que por una estenosis, etc., con lo cual, la valoración debe ser exclusivamente médica. Debe ser el facultativo, normalmente el urólogo, el que decida cuanto tiempo debemos portar el catéter doble jota. Los tiempos son muy variables y hay gente que lo lleva unos días, unas semanas o unos meses... No obstante, hay casos extremos que por su patología deben llevarlo de por vida. En este blog hay algún caso de estos, donde por desgracia, el catéter se convierte en compañero de viaje para siempre.
Respecto a si el mismo catéter aguanta todo el tiempo que nos lo ha prescrito el urólogo es una pregunta complicada ya que no hay una “fecha de caducidad obligatoria” como si ocurre, por ejemplo, con los medicamentos o con otros productos. Se observa en la imagen de un set de catéter doble jota remitido por un distribuidor que no hay ninguna indicación del tiempo máximo que debe permanecer en el interior del cuerpo. Este no es un caso aislado, ocurre con la mayoría de las marcas (por no decir todas) las que distribuyen este tipo de productos sanitarios. Al hablar con los laboratorios o distribuidores te suelen remitir información o documentación que alude a un tiempo máximo de 9 meses de permanencia recomendada en el cuerpo, pero que no hay nada claro y que queda a criterio médico.
Si nos vamos a esto último, la bibliografía médica no es nada aclaratoria porque hay textos que nos hablan de un máximo de 6 meses en el cuerpo, mientras que otros hablan de un máximo de 3 meses. También consultando con urólogos, la mayor parte de ellos se decantan por un tiempo máximo de permanencia en el cuerpo de 2-3 meses.
Existen catéteres ureterales doble jota de los que en alguna ocasión hemos hablado, que han sido desarrollados para aguantar más tiempo en el interior de nuestro cuerpo, con lo que suponen un ahorro económico para el sistema y una reducción de molestias al portador porque puede evitarse alguna extracción y colocación nueva. Las recomendaciones sobre este tipo de catéteres nos hablan de que pueden estar en nuestro interior hasta un año sin causarnos molestias adicionales ni perjuicios.
Cuando hablamos de tiempo máximo de permanencia en el cuerpo no hay que confundir con el tiempo que se ha de llevar. Esto es, si nos toca llevarlo 6 meses y nos dicen que a los tres meses nos lo extraerán, supondrá un cambio, esto es la colocación del segundo para los meses 4, 5 y 6.
Es importante recordar que los catéteres doble jota, como mucho material de infusión, otros catéteres, material quirúrgico, etc. es material fungible y debe ser desechado y destruido de la manera correcta según los protocolos adecuados
Por desgracia, uno de los problemas que se está dando con la saturación de la sanidad pública española es que a la hora de tratar los cálculos renales, por ejemplo con una litotricia, se coloca el catéter (como debe ser) previo a la litotricia, pero si la cita a esta se demora, estamos hablando que hay gente que porta el catéter mucho tiempo sin que en circunstancias normales (por criterio medico) hubiera sido necesario, con las consiguientes molestias que suponen al portador.
Cuando uno es portador de catéter doble jota, debe ser consciente que este tiene un tiempo limitado de permanencia en nuestro cuerpo y se debe consultar y hablar con el médico sobre ello, ya que si no, puede que este se calcifiquey entonces las consecuencias pueden ser mayores, ya que la extracción es más problemática, incluso pudiendo derivar en cirugía abierta.
Resumiendo, hay que hacer caso a lo que nos diga nuestro médico pero nosotros también prestar atención a que llevamos un cuerpo extraño en nuestro interior.