CASO 1: 4 años con el catéteres doble J en su sitio y sin problemas
Resulta curiosa la radiografía pélvica de este paciente afecto de fibrosis retroperitoneal secundaria a cirugía de aneurisma aórtico y que es portador de stents vasculares en toda la aorta infrarrenal y ambas iliacas comunes además de coils obstructivos en las arterias hipogástricas. Sin embargo, lo más llamativo resulta la ausencia de calcificaciones u otras alteraciones en unas sondas doble J que han permanecido dentro del sistema urinario durante 51 meses. El examen físico de las mismas confirmó su completa normalidad.
Referencia del caso aquí.
CASO 2: 4 años con el catéter doble J en vejiga y sin problemas
Paciente de 69 años de edad, diagnosticado de fibrosis retroperitoneal idiopática (enfermedad de Ormond) en 1997, a raíz de molestias gastrointestinales y deterioro de la función renal secundaria al atrapamiento de ambos uréteres. En tratamiento con tamoxifeno y metilprednisolona y portador de catéteres ureterales bilaterales. Ante la buena respuesta al tratamiento y ante la reducción de la masa retroperitoneal, se retira uno de los catéteres. Quedando pendiente de control para valorar la retirada del catéter derecho restante.
El paciente deja de acudir a los controles, apareciendo a los cuatro años, asintomático y manteniendo la medicación con tamoxifeno y metilprednisolona a dosis bajas.
Se realiza urografía intravenosa evidenciándose una adecuada función renal bilateral y catéter ureteral doble J alojado en vejiga que se extrae sin dificultad. El catéter no presenta calcificaciones ni aparentes signos de deterioro.
Referencia del caso aquí.