Dentro de la literatura de Kinesiotape existen algunas discusiones acerca del tiempo que el esparadrapo debe estar adherido a la piel esto debido a unos cuantos factores a tener en cuenta en esta pauta de aplicación. Iré desglosando las razones por las cuales debe tardar determinado tiempo o no.
Empezare por retomar las características particulares de la cinta, cuyo pegamento hipolergenico lo hace adherible ante “cualquier tipo de piel”, este pegamento es cyanoacrilato de uso médico elaborado en ondulaciones simulando las huellas dactilares para favorecer la transpiración y la elevación de la piel. La durabilidad de este pegamento depende del cuidado cuando se aplica, la sudoración y tipo de piel de la persona tratada así como de la actividad física que se realice. Por ende entre mayor sudoración y actividad se haga menos tardara en la piel.
¿Pero qué pasa con una persona que no realiza actividad y tiene muy poca sudoración? El esparadrapo tendrá mejor adherencia y tardara más, aquí es cuando surge la interrogante, de si retirarlo o no. Y hay 3 cuestiones a tomar en cuenta;
La primera es la estimulación producida por Kinesiotape; ahora sabemos gracias a estudios que la influencia sobre receptores de la piel con Kinesiotape tiene una respuesta casi inmediata debido a que en las primeras horas el cuerpo percibe un estímulo nuevo y lo codifica produciendo una respuesta a este. Teniendo en cuenta esto y que el efecto de Kinesiotape es constante (24 horas mientras esta adherido) habría que considerar hasta en cuanto tiempo el cuerpo hace un mecanismo de memoria para apropiarse de esa estimulación y no generar más respuesta. También sabemos que existe una diferencia entre la velocidad de respuesta de los receptores de una persona y otra, que tiene relación con la edad, alimentación y hábitos. En ese sentido tendríamos que hacer un estudio para medir la velocidad de respuesta de receptores que tiene cada persona, antes de aplicar Kinesiotape y poder saber cuántos días dejar la cinta.
¿Suena un poco complicado no? Al no saber esta medida que realmente no es necesaria, deducimos que no se necesita tener tantos días la cinta. Como parámetro se tiene que en 3 días por 24 horas la estimulación es más que suficiente, por que damos pauta a generar esa respuesta, independientemente de que tan rápido o no, siempre se generara la respuesta. 3 días son suficientes para que el cuerpo acomode y se acostumbre a kinesiotape y no hay más efecto fisiológico.
La segunda cuestión es el cuidado de la piel; recordando las características del pegamento sabemos que cuando su adhesión es correcta, es difícil retirar la cinta, y si se intenta tendrá como consecuencia la irritación o escoriación en la piel, para evitar eso se podría alargar a 5 días e intentar retirar la cinta ya que tendrá menos adhesión, no lastimara o lastimara menos.
En el caso de las aplicaciones linfáticas se pueden retiran tras solo 2 días ya que la tracción de la piel o las ondulaciones solo se formaran dónde está adherida Kinesio y resulta efectivo volver a colocar otras cintas donde las primeras no estuvieron, repitiendo el proceso.
La tercera y no menos importante es que las capacidades físicas de la cinta como lo son; el principio de retracción y tensegridad se ven afectados por el tiempo, uso y movimiento. Sin estos principios la cinta no cumple su función y pasando 5 días la cinta está perdiendo estas capacidades por desgaste.
Como conclusión, siempre hay que considerar que es más factible según las características del paciente, si retirar la cinta porque ya no hay respuesta a la estimulación o dejarla adherida para no lastimar la piel. En pacientes geriátricos particularmente la cinta durara más y es posible que se deje adherida hasta más de 7 días para no retirar y lastimar la piel dejando que se “despegue sola.”
David Diaz Chongo