¿La buena noticia? Todavía estás a tiempo de asegurarte de que tu revisión (incluyendo cualquier comentario) vaya viento en popa. Una experiencia de revisión del rendimiento productiva y positiva requiere una preparación cuidadosa. Como dice el refrán, si no planificas, estás planeando fracasar.
Cosas que te ayudarán a clavar tu evaluación de desempeño
Así que, para preparar tu próxima revisión del rendimiento, aquí tienes varias cosas que te ayudarán a clavar tu evaluación de desempeño.Haz una lista de tus logros
Como he dicho, este es tu momento de brillar. Para ello, necesitas los recibos que demuestren lo valioso que eres para tu equipo y tu empresa. Antes de sentarte con tu jefe, haz una lista de todas las cosas buenas que has conseguido desde tu última revisión de rendimiento.¿Qué victorias puedes identificar?
¿Has conseguido un gran cliente? Anótalo.
¿Has liderado y terminado un gran proyecto? Toma nota.
Quizá hayas conseguido una cantidad récord de ingresos para la empresa.
Añádelo a la lista.
Ten en cuenta que tus logros no tienen por qué ser siempre grandes cosas. Pueden ser objetivos más pequeños que hayas alcanzado o habilidades más suaves en las que hayas trabajado a lo largo del año. Tal vez hayas entrenado y formado a un nuevo empleado o a los becarios de tu equipo. O has asistido a una oportunidad de desarrollo profesional que te ha llevado a perfeccionar tus habilidades.
Tu lista de logros te servirá de guía para hablar con tu jefe sobre cómo has alcanzado o superado tus objetivos del año y para demostrar tu valor como empleado.
Aunque no repases tu lista punto por punto, este tiempo de autorreflexión puede ayudarte a tener la confianza necesaria para llegar a tu revisión de rendimiento con la cabeza bien alta.
Piensa en dónde quieres que vaya tu carrera
Una revisión del rendimiento debe tener dos vertientes: evaluar lo que has hecho y hacia dónde quieres ir. Es probable que tu jefe tenga un plan para tu futuro en la empresa. Pero también es bueno estar preparado para compartir tu visión de tu carrera.¿Quieres ascender en el futuro? ¿Quieres permanecer en tu puesto actual y desarrollar tus habilidades? Tómate un momento para pensar en lo que quieres de tu carrera y en cómo puedes apoyarte tu jefe. Tener clara esta visión antes de la revisión del rendimiento hace que la conversación sea más significativa y te ayuda a establecer objetivos para el año que viene.
Recopila tus preguntas
Puede que tengas la suerte de tener un tiempo individual con tu jefe o de tener una gran relación en la que podéis comunicaros libremente. Si no es el caso, esta es tu oportunidad para hacer preguntas a tu jefe sin interrupciones. A menudo, la semana laboral se nos escapa, por lo que es posible que no podamos incluir en la conversación preguntas sobre la carrera y el desarrollo profesional mientras intentamos cumplir con nuestras tareas diarias.Tómate cinco minutos para recopilar todas tus preguntas más importantes y céntrate en ellas. No es el momento de preguntar por el estado de un proyecto. ¿Se te ha quedado la mente en blanco? Aquí tienes unas cuantas preguntas que puedes hacer.
¿Hacia dónde cree que se dirigirá mi función en los próximos años?
¿Hay alguna oportunidad de desarrollo profesional a la que deba asistir?
He encontrado una oportunidad de aprendizaje externo que me beneficiaría en este puesto. ¿Estaría la empresa dispuesta a cubrir el coste?
¿Qué nuevas habilidades cree que sería beneficioso para mí desarrollar en este puesto?
Prepárate para la retroalimentación
La comunicación bidireccional es fundamental para que la evaluación del rendimiento tenga éxito. Mientras preparas tu lista de logros y preguntas, tu jefe está preparando sus comentarios para compartirlos contigo. A menudo, estos comentarios serán tanto positivos como constructivos.Los comentarios constructivos no pretenden ser malos ni avergonzarte. Un buen jefe ofrece comentarios constructivos para ayudarte a crecer en tu carrera y ofrecerte formas de mejorar en tu trabajo.
Cuando sea el turno de tu jefe para compartir su opinión en la conversación, mantén la mente abierta e intenta no ponerte a la defensiva. La observación de un jefe puede ayudar a señalar puntos ciegos y áreas de oportunidad. Aunque pueda resultar incómodo o difícil de escuchar, a la larga saldrás ganando.
Determina tu petición
Mientras tienes la atención de tu jefe, una conversación sobre la revisión del rendimiento es un buen momento para hacer una petición. Puede que no siempre tengas una, pero si la tienes, este es el momento de hacerla. Piensa en lo que tu jefe puede hacer por ti y en cómo puede apoyarte. Tal vez sientas que mereces un aumento de sueldo o un nuevo cargo, o tal vez te gustaría tener la oportunidad de cambiar de función. Tu petición podría ser incluso que te gustaría trabajar en un proyecto específico o proponer una nueva idea.Prepárate para llegar a la mesa con todos los datos que respalden tu petición. Determina lo que necesitas o quieres con antelación para poder abordar la conversación con una petición clara.
Con un poco de preparación, tu revisión del rendimiento puede ser la conversación más beneficiosa que tengas en todo el año.