Consejos de salud
Ir al médico es una rutina de salud cuando observas algún síntoma que crees que debe ser tratado. Por esta razón, la comunicación es tan importante en la consulta del especialista, es decir, es importante que hagas saber al doctor todo aquello que crees que puede ser significativo para que pueda elaborar un diagnóstico teniendo en cuenta las molestias que describes. Cuanto más preciso seas a este respecto, mejor.
En algunos casos, también es conveniente describir algún aspecto más personal porque la mente y el cuerpo están tan ligados que puede ocurrir que tu situación actual esté condicionando tu propia salud. Por ejemplo, si estás viviendo una etapa de estrés y trabajo excesivo, comes a deshoras y prácticamente no haces ejercicio físico, no estás potenciendo tu salud.
Nunca le hables a un médico como si tú lo fueses. Es decir, aunque hayas consultado información en internet sobre un tema determinado, confía en el experto que es quien de verdad puede orientarte y decirte qué tienes, además de cuál es el mejor tratamiento. Una de las cosas que peor sientan a los médicos actualmente es encontrarse con pacientes que parecen expertos en autodiagnosticarse a través de Google. Sin duda, hay que estudiar la carrera de medicina para interpretar los síntomas porque cada cuerpo es distinto y cada paciente también lo es.
En ocasiones, surge cierto temor a ir al médico, cierto temor a que el diagnóstico pueda ser negativo. Esto produce una presión en el estado de ánimo. Si este es el caso, pide a algún familiar o a algún amigo que te acompañe hasta la consulta. Su apooyo te dará fuerza.
Además, para aprovechar mejor el tiempo de la consulta y no quedarte en blanco en relación con la información que quieres compartir, entonces, te sugiero que anotes en una libreta todos los detalles. De este modo, este material de apoyo será muy importante para ti a modo de consulta.
Motívate con un plan posterior a la salida de la consulta. Es decir, es recomendable que para compensar ese estrés que puede producirte el hecho de ir al médico, en tu mente haya un plan apetecible, una idea que te ilusione o algo que sirva de estímulo, una especie de caramelo mental que hace más llevadero ese momento.
Intenta dejar tu mente tranquila ya que con frecuencia se disparan las alarmas a partir de determinados síntomas, sin embargo, confía en que todo irá bien. No te pongas alarmista antes de tiempo. Intenta respirar profundamente y relájate.
Médico de familia
Tu médico de cabecera es tu principal figura de referencia. Es decir, reserva hora si necesitas cualquier consulta. Él te derivará a un especialista si es necesario para tratar tu caso. Además, mientras estás en la sala de espera del médico, intenta estar en silencio. Recuerda que estás en un lugar en el que otras personas están enfermas y no tienen el ánimo de escuchar ruidos.