Según un articulo del diario digital El Confidencial, éstas son varias recomendaciones sobre el cepillado de dientes que todos deberíamos conocer:
1 – Los dientes no deben lavarse hasta media hora después de comer
Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer es uno de los errores más extendidos. Parece lógico pensar que el mejor momento para lavar la dentadura es después de usarla, pero es una idea equivocada. Si hacemos ésto frotaremos el ácido, el mayor enemigo de nuestros dientes, contra éstos, haciendo que su efecto sea más intenso y duradero.
Cuando comes o bebes algo la acidez de tu boca aumenta y tarda un tiempo en volver a la normalidad, explicó al Wall Street Journal el presidente de la Academia de Dentistas estadounidense Jeffrey Cole.
El ácido desmineraliza y debilita la superficie del diente, lo que nos hace más propensos a la caries. Según demostró un estudio publicado en 2004 en la revista General Dentistry, si nos cepillamos los dientes justo después de comer el proceso se intensifica, pues repartimos el ácido por toda la boca y, además, empujamos éste contra los dientes. Por el contrario, si nos cepillamos después de 30 minutos, la saliva de nuestra boca hará que disminuya el nivel de acidez sin frotar estas sustancias contra nuestros dientes.
2. Tras las comidas lo mejor es enjuagarnos la boca con agua
En vez de lavarnos los dientes, lo mejor que podemos hacer tras una comida es enjuagar la boca con agua, que hará que los niveles de pH se sitúen dentro de la normalidad. El Dr. Cole cree que es preferible que tengamos en el trabajo un enjuague bucal antibacteriano que un cepillo. Tras las comidas podemos hacer un enjuague para prevenir que la placa se acidifique, una costumbre mucho más saludable que la de cepillarse después de comer.
3. Debemos barrer los dientes, no fregarlos
A la hora de lavarnos los dientes nuestro objetivo debe ser eliminar los restos de comida y los microbios, no extenderlos por la boca. La manera correcta de cepillarse los dientes es de arriba a abajo, no de derecha izquierda, pues de esta forma no corremos el riesgo de llevar el sucio debajo de la encía, lo que genera sarro y gingivitis. Además, no debemos olvidarnos de limpiar los dientes por delante y por detrás, así como los espacios entre estos y la lengua. Es más importante limpiarse bien que estar tres minutos llevando el cepillo de un lado a otro.
4. Masticar chicles
Masticar determinadas sustancias puede ayudar a nuestra boca a producir saliva, el mejor mecanismo natural con el que contamos para reducir los niveles de ácido en los dientes. Los chicles sin azúcar son una buena opción, pues además de ayudarnos a salivar contienen xilitol, un sustituto de la sacarosa que, pese a endulzar, tiene propiedades anticariogénicas.
5. No abusar con la pasta de dientes
Si usamos demasiada pasta –algo de lo que se encargan los fabricantes de la misma, haciendo tubos con la abertura cada vez más grande– nuestra boca se llena de espuma, provocando una sensación de limpieza que no tiene por qué ser real. Una buena técnica para cepillarnos los dientes correctamente (como hemos apuntado en el punto 3) consiste en realizar un primer lavado de estos sin pasta de dientes, lo que nos ayudará a ser más concienzudos en nuestro cepillado, para después volver a hacer un repaso con la pasta.
6. Lavarnos siempre los dientes antes de ir a la cama
Cepillarse los dientes antes de acostarnos es básico para mantener una correcta higiene bucal, pues es el momento del día en el que el lavado es más necesario. Por la noche se produce menos saliva por lo que los gérmenes atacan nuestra dentadura, por ello es imprescindible que las eliminemos por completo antes de ir a la cama.
Ademas de las recomendaciones del Dr. Cole, aquí les damos otros consejos generales para el cuidado de los dientes:
1 -Protege la dentadura con flúor
El flúor es una de las mejores maneras para ayudar a prevenir el deterioro y el desgaste de los dientes ya que mejora la calidad del esmalte dental, logrando que los dientes sean más resistentes a las caries.por tener agentes antibacterianos. El flúor está presente, en pequeñas cantidades, en alimentos como pescados, verduras como las espinacas, en el trigo, arroz, en frutas como las uvas, en el té, etc., y que cumple funciones tan importantes como el fortalecimiento de los dientes y de los huesos. También lo podemos encontrar en la mayoría de los dentífricos y en el agua potable de muchas ciudades.
2 – Evita sufrir de sensibilidad
No te cepilles demasiado fuerte o con más frecuencia de la recomendada por tu odontólogo.
Use un cepillo dental más suave, preferentemente uno adecuado para personas con dientes sensibles.
Evite rechinar sus dientes o apretarlos durante el día. Pregunte a su odontólogo acerca de un protector bucal para uso nocturno.
3- Usa hilo dental
Utilizar el hilo dental todos los días antes de ir a la cama, antes del ultimo cepillado. La limpieza cuidadosa con el hilo dental removerá la placa dental y las sobras de comida que un cepillo de dientes no puede alcanzar. También necesita limpiar el área alrededor de los dientes con hilo durante este proceso. La limpieza cuidadosa con el hilo dental removerá la placa dental y las sobras de comida que un cepillo de dientes no puede alcanzar. Asegúrese de enjuagarse la boca después de limpiarse los dientes con el hilo dental.
4 – Usa enjuague bucal
Los enjagues bucales contienen agentes antibacteriales que reducen la cantidad de agentes patógenos en nuestra boca por mas largo tiempo y pueden alcanzar las pequeñas cavidades y espacios entre los dientes donde viven y se desarrollan las bacterias, lugares que no siempre se alcanza con el cepillado o el hilo dental.
Un excelente enjuague natural es la mezcla a partes iguales de agua corriente con agua oxigenad al 10%. Es conveniente reemplazar el enjuague comercial habitual por esta mezcla una vez por semana.
5- Limpia la lengua
Un lugar donde se acumulan gérmenes que causan mal aliento y pueden dañar la dentadura es en el fondo de la lengua. lo ideal es “barrerlos” con el tipo de instrumento de madera que utilizan los pediatras para revisar la garganta de los niños. Este proceso es recomendable hacerlo dos veces por semana, antes del cepillado.
6 – Utiliza productos para blanquear los dientes que no sean muy agresivos
Para evitar manchas u oscurecimeinto de los dientes es muy útil usar una pasta dental especialmente para el blanqueado de los dientes. Las hay para dientes sensibles.
También puedes usar una mezcla de agua oxigenada al 10% con un poco de bicarbonato y cepillar los dientes con ella. Es importante no hacer ésto más de una vez por semana, para proteger el esmalte de los dientes.
7 -Los alimentos y bebidas que manchan los dientes:
El café
La nicotina que contienen los cigarrillos
El té en todas sus variedades contribuye también a darle un tono amarillento a la dentadura
El vino tinto
Refrescos y sodas
Salsas, como la salsa de soya
Frutas de color oscuro, como las moras
Lo ideal es evitar consumir en exceso estas bebidas y alimentos, pero puedes contrarrestar sus efectos manteniendo una buena higiene bucal y usando una pasta de dientes blanqueadora . También es beneficioso emjuagarse la boca, tras ingerir uno de estos alimentos.
8 – Los alimentos que benefician tu sonrisa
Las frutas y verduras de textura dura y fibrosa, especialmente las manzanas, vainitas, coliflor, zanahorias y el apio contribuyen a limpiar los dientes mientras se mastican. Además, fomentan el flujo de saliva, que neutraliza los ácidos y protege los dientes.
El queso: Es uno de los alimentos más recomendables a consumir para finalizar una comida, pues ayuda a reducir el pH de la placa bacteriana y tiene elementos que ayudan a los dientes a remineralizarse.
Los productos lácteos, sobre todo los ricos en calcio y los quesos, también ayudan a mantener los dientes blancos. El ácido láctico que contienen aumenta la salivación, y ésta, a su vez, ayuda a prevenir la aparición de las caries.
Los especialistas recomiendan consumir estos alimentos y evitar, en lo posible, abusar de los que pueden manchar tus dientes para prolongar y mantener los resultados del blanqueamiento bucal.
9 – Si tienes las encías inflamadas (gengivitis)
Es recomendable visitar al dentista, pero hay algunos remedios naturales que te pueden ayudar:
En las mañanas y luego de cada comida, utiliza como si fuera enjuague bucal una taza de agua con una cucharadita de vinagre de manzana.
Pon un puñado de hojas de salvia en una taza de agua hirviendo. Tapa y deja refrescar, luego realiza gárgaras con esta infusión. Usa esta mezcla en la noche luego del cepillado, como enjuague bucal.
Enjuaga la boca con una mezcla de 120 ml de agua tibia con media cucharadita de sal todas las noches después de cepillarte.
Antes de acostarte y luego de cepillarte bien los dientes, haz un enjuague, de al menos un minuto con una mezcla de un chorro de agua oxigenada al 10% en una tacita de café llena hasta la mitad, con agua fresca.
Fotografías: sonia.martinez; salud.diaria.com y abc.es
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