Hoy es de esos días que por h o por b todo el mundo odia. Pero no tenéis porqué. Conviértete en todo un gran procrastinador. ¿Qué no sabes lo que es? No puede ser verdad. Todos en mayor o menor medida (eso os lo dejo a vuestra elección) lo somos. No, no vale que me digas que tú no lo eres. Porque eso no es cierto. No te auto-engañes y confiésalo.
Lo curioso es que a pesar de ser procrastinadora, me he puesto la pilas y os traigo este post para que nos echemos unas risas y se nos olvide que hoy es lunes. (¡Ah! Y os diré quién ha ganado la washi libreta!! - todo cosas buenas y alegres).
Si por el contrario, te quieres unir al selecto club de procrastinadores anónimos, presta atención a este listado (sí, los procrastinadores somos muy dados a hacer miles de listas, también de cosas para hacer - hasta tengo una aplicación en el móvil de "to-do list").
No soy un procrastinador.
Solamente soy extremadamente productivo en cosas nada importantes
Empezamos:
1. Las fases de todo procrastinador son muy sencillas.
- Falsa seguridad: esto es cuando tienes que hacer algo y piensas "¡Oh! Esto es para dentro de un par de semanas, no pasa nada, hay tiempo, puedo tomármelo con calma". Todos sabemos que es falso, pero nos auto-engañarnos... hasta que se nos "echa el toro encima".
- Pereza y vagancia: sabes que tienes que hacerlo, pero prefieres ponerte a barrer toda la casa y poner la lavadora, una vez hecho eso, te vas y ordenas ese cajón que tienes tan desastroso y que siempre te dices "ya lo haré en otro rato" (por supuesto, te lo dejas a medio arreglar). Todo te parece más emocionante que ponerte a hacer "esa" tarea. Esta fase está muy relacionada con la siguiente: las excusas.
Nada me hace querer limpiar, cocinas, plegar la ropa, soñar despierta o echarme un siesta como tener una fecha de entrega
- Eres un mar de excusas: te inventas la más tonta excusa para no hacerlo. Sería algo así como: "¡Uys! Ahora no lo puedo hacer porque están haciendo (insertar aquí la película/serie/programa más chorra y cutre que se os ocurra)" o te auto-impones (o regalas) descansos que duran más que el tiempo que empleas haciendo lo que realmente tienes que hacer.
- Negación absoluta: sabes que te queda poco tiempo y te dices que no es necesario estresarse. Te dices que es fácil, que en un ratito de aquí y otro ratito de allá lo tienes hecho. ¡En un periquete!
- Crisis: Quedan escasas horas o días... y es cuando te entra el pánico. Te castigas y proclamas a los cuatro vientos (sobretodo por twitter, para que lo sepa todo el mundo) que nunca más vas a procrastinar, que lo vas a hacer cuanto antes posible y que nada de excusas baratas que valgan. Estos momentos álgidos y de estrés nos hacen decir y hacer cosas muy tontas.
- Repite todas las anteriores. Sin remordimientos.
2. Si tienes alguna tarea que hacer, ya sea importante o no, siempre déjatelo para el mejor momento: el último minuto. Todos sabemos que se trabaja mejor bajo presión, y el tiempo, cuando corre en tu contra, puede ser tu gran aliado (o no, según se mire).
"Nada me hace más productiva que el último minuto"
Por lo tanto, el mejor día para cualquier procrastinador es: mañana. ¿Para qué hacerlo antes? Lo que importa es hacerlo bien y que llegue a tiempo. Mañana, esa tierra mística donde el 99% de toda la productividad humana, motivación y logros es almacenada.
3. Hay miles de lugares en los que poder disfrutar de tu procrastinación
- Pinterest: qué mejor que ponerte a "pinear" (pin) como si no hubiera mañana cualquier tipo de fotos de animalitos monérrimos, comidas y postres que te hacen salivar, proyectos DIY que alguna vez quieres hacer pero que nunca lo harás, decoración, frases molonas... ¡Es nuestro paraíso!
- Twitter: aquí puedes compartir tus momentos ociosos y de receso auto-impuesto con personitas maravillosas (funkypatch, Ester mayonako, fde fifi, rue lolita, oh mercy, entre muchas otras), compartimos y confesamos lo que es procrastinar a un nivel supremo. ¡Compartir es vivir!
- Youtube: una vez te pones a ver un vídeo chorra, no hay quien te pare. Ese perrito tan mono que le ayuda y enseña a un bebé a gatear (aquí), te lleva a otro en el que un bebé llora desconsolado y le ponen una canción de Katy Perry e inmediatamente para (aquí). Todos los vídeos muy instructivos, como podéis ver.
- En realidad, cualquier red social y el propio internet, que es tan vasto y extenso, que nos suministra nuestras grandes y necesarias dosis de procrastinación.
4. ¿Sabías que todos los procrastinadores tenemos nuestra propia nación? (sin contar en este sentido la tierra del mañana, tan prometedora y bonita, en la que todo lo que tienes que hacer, acaba hecho y tú ahí con una sonrisa de oreja a oreja). Pues sí... se llama "Procrasti-nación".
Por supuesto, como podéis ver en la foto, no tenemos bandera (¿para qué? ¡no nos hace falta!), la población ronda los 7 billones de habitantes (aproximadamente, así redondeando), y nuestra exportación se basa en estos pilares: negación, culpa y justificación (esto forma parte de las fases procrastinadoras).
Nuestra nación se divide en 7 territorios. No se tiene porqué "vivir" en tan sólo uno de ellos. A mi me gusta pasar largos periodos en unos cuantos de ellos. Me muevo entre "range of excuses" (en la que hay una gran y amplia variedad de excusas) y "surfside" (las redes sociales son muy útiles y blogger ya ni te cuento). Luego tenemos en nuestra nación un pequeño, más bien podríamos llamarlo diminito, islote llamado "Isle get it done" (La isla hazlo). No está muy poblada, como bien habéis deducido.
Así que, ahora que sabemos todo esto...
Confiésalo: ¿qué tipo de procrastinador eres?
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