¿Como ser un buen amante? No existe aún la fórmula mágica que indique el resultado de la perfecta relación de cuerpos en la cama, pero con ciertos hábitos que se apliquen y un poco de entendimiento, la vida sexual puede ser fabulosa y tú convertirte en el amante 10.
Todos nos hemos hecho esa pregunta, ¿Cómo ser un buen amante? Lo primero que debe tener en cuenta es que la satisfacción sexual no se encuentra en la cantidad de relaciones sino en la calidad de cada una de ellas, y comprender que la visión sexual es diferente entre hombres y mujeres.
Los hombres por su parte, tienen un desarrollo sexual más carnal y, las mujeres logran el placer sexual de una manera más afectiva.
Cuando se trata de ser un amante perfecto, la comunicación es vital, quien quiera ser reconocido por sus aptitudes amatorias debe establecer y desarrollar una comunicación fluida con la pareja.
La conversación en la cama es tan importante como el sexo mismo. Hablar sobre los gustos, las fantasías, los lugares, en fin todo lo que te gustaría hacer realidad, tiene mas valor que el acto mismo, porque esto demuestra el interés en la complacencia mutua, lo que ademas llevara a trabajar en lograrlo.
¿Quién no desea en convertirse en el amante ideal?
El sexo forma parte en la vida de la mayoría de personas adultas y siendo este aspecto tan importante y necesario ¿por que no esforzarnos en ser los mejores?
Estos aspectos caracterizan a quienes son buenos amantes. Toma nota a cada una de ellos y empieza a practicar si aun no lo haces.
¿Cómo ser el mejor en arte de amar? Esta pregunta exige poner todos los sentidos a trabajar durante el sexo, no solo los órganos sexuales.
Decir palabras bonitas siempre en pro de alagar a la pareja. Un buen amante no se centra únicamente en la parte física de la relación, sino que también incluye durante el acto, el fortalecer la parte emocional.
El buen amante no es egocéntrico en la cama, no esta pensando en su satisfacción personal, sino que trabaja en la de los dos, es mas siempre se esfuerza en complacer primero a su pareja.
La buena comunicación tiene que ir de principio a fin, desde antes y después, la atención y los buenos modales nunca se pueden dejar de lado. Que no se pierda la "buena educación sexual y sensual".
El amante perfecto busca un equilibrio entre la parte afectiva y la calidad del contacto sexual. Es decir no sirve de mucho si tienes un buen desempeño sexual, sino expresas lo que sientes, el uno complementa al otro.
Un buen amante se preocupa por leer e investigar acerca de nuevas formas de sorprender en la cama, no da cabida a la rutina ya que la monotonía conlleva a relaciones sexuales poco inspiradoras. Así que si se conoce los gustos de la pareja siempre un mundo de nuevas y excitantes posibilidades.
Ser un amante memorable implica recorrer todo el cuerpo de la otra persona introduciendo diferentes zonas al placer, siempre buscando aquellas que responden con mayores estímulos a las caricias más estremecedoras.
Todo amante se toma su tiempo para hacer el amor. No deja que nada le interrumpa, no tiene apuros, esta presente en lo que esta haciendo, se dedica por completo a cumplir y hacer un buen papel.
Ser considerado es una cualidad que distingue a un buen amante. Para ser bueno en la cama es imprescindible que la persona comprenda que quien lo acompaña tiene sus propios gustos y necesidades y que no siempre lo que lo excita también excitara la otra persona. Si no puedes ceder un espacio para que quien esta contigo también disfrute, entonces, definitivamente no eres de los buenos.
El mejor de los amantes sabe como aprovechar el momento y sacar el máximo beneficio. Es importante que sepan distinguir las diferentes situaciones y como comportarse en ellas según sea el caso. Un amante de verdad bueno, sabrá que hay momentos en los que puede desatar la excitación, y que hay otros donde la calma y la lentitud serán mejor aprovechadas y darán mejor resultado.
La seguridad y la confianza están impregnadas en los grandes amantes. Siempre sabrán manejar las situaciones, aun cuando se pongan adversas, simplemente porque saben lo que hacen.