Introducción
Una paciente entró hace unos meses a la consulta y me dijo: “Doctora, sin salud no se hace nada” Así es, le contesté. Se trataba del caso ejemplo que comenté en los primeros artículos relacionados con el lumbago. Mujer, 55 años, casada, auxiliar de geriatría, obesa.No era su primer episodio de dolor lumbar inespecífico pero este último era particularmente intenso. Estuvo de baja 45 días.
Hablamos de varios aspectos de su vida en las consultas sucesivas que tuvo: su vida familiar, el tener que ocuparse de la casa después del trabajo, el exceso de trabajo en el propio trabajo, las prisas, el estrés en general, su falta de tiempo para realizar sus hobbys, su incorrecta alimentación, etc.
El día del alta hablamos sobre el plan de lo que llamo “Prevención Secundaria” o sea, prevenir que vuelva a ocurrir el dolor lumbar.
Siendo realistas, es una tarea mayúscula pero no imposible. Es cierto que tendrá que tener la meta clara y, sobre todo, ser disciplinada pero también creo que lo puede conseguir y así se lo manifesté.
Veamos ahora cómo conseguir minimizar lo máximo posible el dolor lumbar. Recuerden que estas recomendaciones son generales y que un plan específico debe ser aplicado de forma unipersonal #hablalocontumedico
¿Cómo prevenir el lumbago?
En un artículo científico publicado en 2017, unos investigadores australianos se hicieron la siguiente pregunta ¿Es posible predecir la recurrencia de dolor lumbar tras un episodio agudo?Sus conclusiones fueron las siguientes: “Después de un episodio agudo de dolor lumbar, un tercio de los pacientes experimentarán un episodio recurrente, y aproximadamente la mitad de ellos buscarán atención [médica].Experimentar más de 2 episodios previos de dolor lumbar triplica las probabilidades de una recurrencia dentro de 1 año” (1).
Visto esto, la recurrencia de dolor lumbar es algo bastante común y por eso, debemos realizar prevención del lumbago para intentar evitarla o minimizarla lo máximo posible.
Valoración de parámetros
Esta paciente se encuentra en menopausia. Entre otras cosas, comentó que tenía mucho cansancio pero que dormía bien.
Se valorarían entre otros la TSH, la Vitamina D, el calcio, un hemograma completo, la glucosa, etc. y ciertas pruebas imagenológicas como radiografías del raquis (al encontrar una dismetría en miembros inferiores), etc. Recuerden que las analíticas/pruebas deben adecuarse a caso.
Pérdida de peso en la prevención del lumbago
Sabemos desde hace tiempo que la obesidad está relacionada con el dolor lumbar agudo y crónico y puede resultar en un círculo vicioso y bidireccional:
me duele la espalda ⇔ limito mi actividad física
obesidad ⇔ me duele la espalda⇔ limito mi actividad física ⇔ obesidad
Una de las submetas a lograr, para la prevención del lumbago, es que la paciente logre bajar de peso. Si bien es cierto que las personas delgadas también padecen dolor lumbar, el hecho de tener obesidad se asocia fuertemente al dolor lumbar.
Veamos por qué:
- Aumento de la carga mecánica en la columna vertebral por el exceso de peso que va generando una carga en los discos vertebrales favoreciendo su degeneración además de otros cambios en la placa (2).
- La dislipidemia, que no es exclusiva de personas obesas, juega un papel importante en el desarrollo de la aterosclerosis causando desnutrición en las células del disco predisponiendo su degeneración (2).
- Con la obesidad se produce una inflamación crónica sistémica por la producción de sustancias endógenas como la citoquinas proinflamatorias TNF-α e IL-6. En personas obesas los niveles séricos de IL-6 pueden estar elevados y esto último está asociado a la resistencia a la insulina (2,3)
Una dieta adecuada a sus necesidades, y según lo que se encuentre en las analíticas, será imperativa para ayudarla a perder peso.
Tratar los miedos y la desesperanza
Cuando se inicia un tratamiento preventivo de cualquier patología, lo que siempre asoma, son los miedos. Miedo al dolor, miedo a no lograr los objetivos, miedo al cambio, etc.
Es muy importante que la persona que comience un tratamiento para conseguir un mejor estado de salud sea sostenido por los profesionales que la sigan.
Recomiendo que haya un/a profesional de referencia para la persona con capacidad de realizar feedback con los demás profesionales enfocados hacia la prevención del lumbago.
Hay que reconocer el miedo al dolor pero no debe ser un impedimento para realizar ejercicio físico. Es más, está recomendado desde hace años que la actividad física debe mantenerse a pesar del dolor.
El reposo absoluto, si tenemos dolor de espalda, es una indicación arcaica y que ha demostrado más daño que beneficio (4). Sólo será prescrita en contadas ocasiones por un/a facultativo/a.
En una próxima entrega hablaremos sobre ejercicio físico, ergonomía y más recomendaciones para realizar una correcta prevención del lumbago. ¿Nuestra meta? ¡Estar lo más saludable posible!
Bibliografía
1. Machado GC, Maher CG, Ferreira PH, Latimer J, Koes BW, Steffens D, et al. Can recurrence after an acute episode of low back pain be predicted? Phys Ther. 2017;97(9):889–95.2. Rodríguez-Reyes L, Ramos-Villegas Y, Padilla-Zambrano H, Corrales-Santander H, Moscote-Salazar LR. Obesidad y Dolor Lumbar: ¿Alguna Relación en la Patología Discal? Arch Med. 2017;13(3):4–5.
3. Ferrer Villahoz B. Influencia de la citoquina Interleuquina 6 ( IL-6 ) adipocitaria y muscular en el control del metabolismo. 2013.
4. Casado MI, Moix J, Vidal J. Etiología, cronificación y tratamiento del dolor lumbar. Clínica y Salud. 2008;19(3):379–92.